1. Una cerdita y el lobo feroz


    Fecha: 06/08/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Elwissen, Fuente: SexoSinTabues

    Mi madre me fue a despertar temprano el martes, me dijo que iríamos a visitar a mi tía a la finca donde vive, yo no quería ir, para empezar siempre me pareció que esa señora siempre quería hacer las cosas de la manera más difícil posible, y luego estaba que nunca dejaba de hablar de la biblia la religión y todo eso de una manera exagerada y eso me resultaba incomodo, aun cuando me interesan esos temas, en fin, terminamos yendo a la finca, fue casi una hora de viaje en una motocicleta, ese día llegamos a hacer nada, estuvimos solo caminando y yo fui a dar una vuelta por el monte que queda enseguida de la finca, a ver si podía fotografiar algún animal, pero no tuve suerte, ya llegada la noche mi tía me dijo que tenía un viaje programado para armenia el jueves y que si quería quedarme a cuidarle la finca que ella me pagaba a X precio el día, yo le dije que sí, sin intenciones todavía de ningún tipo además de tener algo de dinero. Así, estaba yo el miércoles en la tarde recibiendo instrucciones sobre la alimentación de los animales, cuanto tiempo dejarlos salir de los encierros y los cuidados generales, todo era muy sencillo, y anotaba todo en una libreta pequeña, me llamo la atención cuando me estaba explicando que una cerda podría entrar en celo ese fin de semana, y que ella llegaba dos semanas después, así que cuando ocurriera debía llevarla al corral del padrote, para que la preñara, en ese momento me paso por la mente ser el padrote, nunca lo había pensado, hacerlo con ...
    ... una cerda, deje el pensamiento en el aire para seguir atendiendo a mi tía y a sus recomendaciones, mi madre y mi tía se fueron el jueves en la madrugada, a eso de las 4 am, decidí no volver a dormir y empezar con el trabajo para tener un rato libre después, de nuevo cuando estuve en el corral de los cerdos me empezó a picar la curiosidad, la curiosidad y la verga, entre al corral de la cerda que mi tía me dijo y empecé a acariciarle el lomo, me fui lentamente desplazando a la vulva, hasta que la movía a mi gusto, ella se dejaba, yo solo revolvía esa vulva intentando ver todo lo que pudiera, la acariciaba al derecho y al revés, abría sus labios y se dejaban ver un par de centímetros de vagina rosada y lubricada, me saque la vera que para ese entonces era el mazo de carne más duro de la historia y se lo empecé a rosar en la vulva, ella seguía sin hacer nada fuera de lo común, solo miraba un poco y seguía comiendo lo que le había puesto, estuve así por unos minutos pensando si penetrarla o no, al final no lo hice, solo me masturbe sobre ella y se lo eche encima, luego me fui y solo volví para darles las otras comidas, en esas ocasiones me limité a acariciarla un poco y nada más, en la noche me empezó otra vez la inquietud, y quise haberla penetrado y habérmela cogido, y me dije a mi mismo que lo iba a hacer al otro día (el viernes). Y lo hice, primero me fui al corral a ponerles su comida a cada uno, a ella la deje para el último luego de ponerle la comida empecé otra vez a ...
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