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La larga velada
Fecha: 07/08/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Llevamos trece años casados y siempre creí que yo era el único.Pero me equivoqué. Una tarde se encontró con un antiguo amigo y lo invitó a cenar. Parecía amable y entre ellos dos se rieron mucho . Hicimos los honores y ella no dejaba de mirarle. Comprendí que aquello era algo más nunca velado. Bebimos,charlamos y nos dieron las doce y seguimos bebiendo. Tanto bebí que me dormí en el sofá. Mi oído me avisó que aquellos ruiditos estaban cercanos y miré y los dos se estaban dando un lote. Los besos eran de tornillo y las manos afanosas en tocar lo más posible. Me incorporé y quise hacer la vista gorda. Pero ellos siguieron . Fui al baño y allí recapacité . La escena vista me retrotrajo a una de mis mayores fantasías como era verle penetrada a ella por otro macho. Se volvió obsesiva aquella idea un buen tiempo y ahora sin esperarlo ni decidirlo pasaba todo ello en mi casa. Opté por un buen trago y me acerqué a la puerta a mirar. Allí seguían sin separarse y mordiendo lo que podían. Miré la cara de ella y parecía una diosa disfrutando del sexo . Mi miembro se puso como la vela de un barco de tieso y lo manìpulé . Hasta ese momento no habían compenetrado pero la preparación ya estaba hecha y aquella vulva clamaba por su poder . Estaba bien abierta y dispuesta a recibir . Muy diestro el amigo y con delicadeza posó su pene sobre ella y la hizo resbalar por los labios de la boca y luego por los otros. No me atreví a hacer ...
... ruido . Mis ojos veían aquella entrega como si fuese una peli , pero en directo. Con mucha paciencia y dulzura entraba y salía mientras ella gritaba. Se besaban , se abrazaban y yo a punto de explotar . No pude atreverme a entrar porque ella había participado también de mis fantasías de intercambio y ahora a pesar de las reticencias , las hacía realidad. La hizo suya una y otra vez y en cada embestida los sollozos se multiplicaban. Era un atleta y yo no podría competir con él. Pero ella era mía y mis sentimientos encontrados de pasión y posesión me llevaron al éxtasis mientras miraba. Salí a limpiarme y me oyeron . No dejaron porque allí los encontré de nuevo. Ella abría su boca y chupaba y chupaba. Como nunca lo había hecho y cada felación era una punzada en mi cabeza. La diosa seguía ardorosa y bella . Desnuda frente a su amigo y follada frente a su marido. ¿ Qué hacer ? Me debatía sobre opciones distintas y al final fui a la cama pero no conseguía dormir. Volví a las cuatro de la mañana porque ella no había vuelto y allí seguían .Una y otra vez amarrados al duro trabajo del sexo. Se masturbaban , se tocaban , se besaban y reían. Pasado ya el furor de mi cabeza , ahora era ella la que tenía más furor, pero era uterino. Mi mujer que es toda una hembra como una ninfómana devoradora. Recordé nuestros comienzos y bien es cierto que así se comportaba y al parecer todo era nuevo. Más tarde entendí que habían tenido relaciones ...