Cogiendo con un desconocido - Relatos Eróticos

Cogiendo con un desconocido

Hola amigos me llamo Nara soy una mujer casada con dos hijos y tenía 52 años cuando esto que voy a narrar sucedió

Mi esposo en un hombre maravilloso pero como muchos otros no sabe controlar su manera de beber y esa ocasión nos encontramos en un poblado distante donde se festejaba una boda y sin que los anfitriones nos conocieran fuimos invitados y yo a decir verdad me estaba divirtiendo como adolecente bailando con cuanto hombre me invitaba mientras mi esposo bebía y bebía hasta que un hombre de aproximadamente mi edad de buen aspecto y que no tenia aliento alcohólico me monopolizo ya no me permitió bailar con nadie más y con el correr del tiempo la música se fue haciendo más sensual y algo me sucedió ya que por primera vez en 26 años de casada me encontraba excitada por un extraño bailaba con el muy pegadita sintiendo en mi entrepierna su duro miembro más aun cooperaba moviéndome con mayor sensualidad y luego un inesperado beso lleno de pasión y deseo y yo lejos de indignarme le correspondí sin rechazarle no me importo estar en medio de ese mundo de gente besándome y con mi esposo ya totalmente ebrio ahí presente luego llego la invitación que tal vez ya deseaba, quiero que me acompañes a un lugar más intimo yo reaccione tontamente preguntando y mi esposo y el ahí se puede quedar esto va a durar tres días al rato acomodan a todos los ebrios juntos es la costumbre de por acá

Caminando a su domicilio parecíamos adolecente enamorados parándonos a cada instante para ...

... besarnos pero una vez en su recamara dio comienzo la más grande sesión de sexo que haya tenido en mi vida

Con suma delicadeza me fue desnudando y luego de colocarme sobre la cama comenzó a besarme iniciando por la boca luego el cuello de ahí a mis palpitantes pechos bajo al abdomen y llego a la vulva y me estremecí toda esa fue la primera vez que un hombre ponía ahí su boca nunca mi esposo me dio sexo oral y ese desconocido lo estaba haciendo hurgando con su lengua entre mis labios vaginales y yo gimiendo sin control cada vez que posaba sus lingüísticas caricias sobre mi ya bien inflamado clítoris y continuo ahí hasta que llego el primo de los incontables orgasmos que tuve

Colocado entre mis piernas fue hundiendo su verga como él le llama a su pene una verga que calcule tendrá unos veinte centímetros no se apresuro en meterla entraba poco y retrocedía y yo no dejaba de jadear y gemir sintiendo como su dura y palpitante verga me iba invadiendo y cuando aun no terminada de meterme toda la verga tuve otro orgasmo y para mi resulto extraordinario sentir la suavidad con que su verga se deslizada dentro de mi vagina mis fluidos ya tenían bien lubricado el interior y ese hombre de campo que uno cree inexperto me estaba dando la más grandiosa cogida que haya tenido, se movía con suavidad se detenía cuando lo creía conveniente, sacaba por completo su verga y frotaba mi clítoris con su caliente enorme y rojo glande y luego lentamente la volvía a hundir

Mi cuerpo se convulsiono cuando ...