1. Mi tía Carmen


    Fecha: 12/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... tenía dura mi pija. Yo pensé que se iba a enojar conmigo, "es un desperdicio no aprovechar esto", dijo la tía y acomodó con su mano mi pija en su concha y se le sentó encima. Yo abrí mis ojos como si se fueran a salir de las órbitas, me estaba cogiendo a la tía Carmen. Ella estaba sobre mi, con mi pija dentro de su concha y movía sus caderas en círculos, para adelante y para atrás, "juega con mis tetas mientras me coges", me dijo la tía, agarrando mis manos y se las puso sobre las tetas, "hay Pablito, no sabes cuanto hace que no me coge nadie", decía la tía cerrando sus ojos y gimiendo de placer sin dejar de mover sus caderas, "ufffff, que delicia de pija, que rico me coges", me dijo, agarrando mis manos y sus tetas, apretando fuerte y gimiendo, "me quieres coger por la cola Pablito?", me dijo con la voz ronca. Yo le dije que si, ya que era la primera vez que estaba cogiendo. La tía Carmen se baja de encima mío y se tira sobre el pasto boca arriba y levanta bien sus piernas, abriendo sus nalgas dejando que le vea un enorme ojete, negro, bastante peludo, me hace acostar sobre ella y con su mano acomoda mi pija contra su ojete y me dice que empuje, gimiendo mi tía cuando empecé a empujar y mi pija le empezó a entrar en la cola. Ella ...
    ... gemía y se abría las nalgas, "así, así, mete toda tu pija en mi cola", me decía con los ojos cerrados y se mordía el labio inferior. Dejó de abrir sus nalgas y se empezó a meter los dedos en la concha entre gritos de placer y fuertes gemidos, hasta que dejo de gemir y ya eran gritos los que daba, "me estoy acabando, me estoy acabando", gritaba, moviendo su enorme cuerpo para los costados, yo estaba tan nervioso que no me podía acabar mientras la tía no dejaba de gritar de placer. "Y vos Pablito, no te acabaste?", me dijo la tía viendo que seguía con la pija dura, "no tía, no pude", le dije avergonzado, "eso tiene fácil remedio", me dijo la tía, haciendo que me ponga en pie y ella así como estaba arrodillada, me empezó a chupar la pija hasta que me hizo acabar en su boca. "Vamos a lavarnos y nos vamos que se va a hacer tarde, mañana venimos de nuevo y me volves a coger", dijo la tía después de haber tragado la leche y nos metimos en el arroyo de nuevo. Así pase las dos semanas de vacaciones que tuve, cogiendo todos los días con la tía Carmen. Todos los años volvía y la tía me esperaba para coger, ahora yo tengo 25 años y la tía Carmen tiene 56 y sigo yendo de vez en cuando y me sigo cogiendo a mi tía Carmen, la gordibuena de la familia. 
«12»