Anita luchando con su estrechez anal - Relatos Eróticos

Anita luchando con su estrechez anal

... hermosas nalgas firmes de Ana; después deslizó su verga dentro de la apretada entrada trasera de ella.Anita dejó escapar mi verga de su boca y aulló de dolor, mientras su Jefe traspasaba ese estrecho esfínter anal. Se quejó porque esta vez esa verga parecía estar más gruesa que la vez anterior…Disfruté oyendo sus gemidos apagados, mientras la verga de su jefe le desfondaba su delicado culo. Cuando él estaba a punto de acabar, me preguntó si podía hacerlo en el fondo del trasero de mi delicada mujercita. Pero antes de que yo pudiera decir algo, el hijo de puta gruñó y se descargó por completo, sin salirse de Ana…Cuando él terminó, le dije a mi esposa que ahora era mi turno en su ya no tan estrecho culo. Sin decir nada, ella soltó mi verga de sus labios. Se puso de costado sobre la cama y dejó su hermoso trasero en el aire. Me acosté junto a ella y sin dificultad pude meter toda mi verga entera en ese dilatado culo bien lubricado…Mi mujercita comenzó a empujar hacia atrás, tratando de lograr meter mi verga a fondo en su cuerpo. Al final lo logró y ambos pudimos disfrutar el placer del ...

... buen sexo anal…Mientras gemía como una perra, Ana de repente dijo que su concha necesitaba atención. Entonces me salí de su ano y fui a lavarme. Regresé enseguida para coger esa chorreante concha.El Jefe estaba cansado y se había sentado al borde para vernos a nosotros coger en posición de misionero. Después de una buena y rápida bombeada, Anita tuvo dos orgasmos consecutivos.Después me chupó mi verga hasta hacerme acabar en su boca.Después de eso, mi sensual esposa reptó hasta su Jefe y le succionó la pija hasta que él gruñó y le llenó la boca de semen.El viejo estaba realmente cansado y después de eso se retiró.Lo acompañé hasta la puerta y regresé al dormitorio con Ana.Mi exquisita esposa estaba en cuatro sobre la cama, con una venda cubriendo sus ojos. Tenía uno de sus dilatadores anales insertados en su recientemente abierto orificio trasero.Al oírme llegar, ronroneó como una gata en celo.Sus labios vaginales rosados estaban inflamados y dejaban caer semen fresco sobre las sábanas. Era una visión celestial para mí…Mientras trepaba a la cama, pensé que era un hombre afortunado.