1. Mis Historias Sexuales 1: Mi Hermano me Chantajea


    Fecha: 15/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    En ese entonces yo vivía con mis padres, tenía 15 años, era la mayor de 4 hermanos, estaba Daniel de 13 años, Marian de 11 y Alejandro de 8. El sexo en mi casa era un tema bastante tabú. Lo único que me explicó mi madre fue el tema de la menstruación. Recuerdo, eso si, que desde pequeña mis padres se encerraban a veces en su habitación. A mi me molestaba mucho eso cuando era pequeña, pero mas tarde comprendí el significado de esos encierros voluntarios y no protesté mas. Es mas, en algunas contadas ocasiones en que yo era la única de mis hermanos que estaba en casa cuando hacían eso, me acercaba a la puerta a escuchar y oía algún que otro gemido de mis padres, pero el pánico que sentía por poder ser descubierta hacía que no me atreviera a escuchar durante mucho rato. Por supuesto, todo lo referente al sexo no lo aprendí por mis padres, sino por las típicas amigas aventajadas que siempre se tienen en clase. A los 14 años yo, aunque por supuesto ya era mujer, era casi tonta en todo lo demás concerniente al sexo. Sabía que los chicos tenían eso que les colgaba, que se metía en lo nuestro, pero poco mas. Recuerdo que escuchaba con total curiosidad lo que contaban las demás chicas, eso si, sin dejar que se notara demasiado mi absoluto desconocimiento del tema. Ellas, aunque no tenían ninguna experiencia, hablaban siempre de “lo” de los chicos, como lo llamaban para no decir su nombre. La chica que tenía mas éxito en este tema era Lourdes, que explicaba que con su hermano de 16 ...
    ... años, nunca habían tenido problemas para cambiarse delante del otro, o para salir sin taparse de la ducha, es decir, que se veían desnudos uno al otro desde siempre con total naturalidad, y que incluso ahora con 14 y 16 años lo seguían haciendo, y así habían podido seguiir los respectivos cambios de sus cuerpos. Ella decía que era muy natural y nosotras la creíamos, pero con el tiempo me di cuenta de que no lo era tanto, ya que cuando estaban sus padres no se mostraban desnudos, y, viendo como nos miraba su hermano, estaba claro que se ponía cachondo con lo de su hermana. Otro de los temas que a los 14 años me interesaba mucho, aunque no comprendía el significado, era cuando hablaban de pajas, que si una lo hacía, que si otra no. Al principio las chicas estaban divididas, pero pronto la gran mayoría estaba de acuerdo en que les gustaba mucho. Yo solo escuchaba, intentando que no se notara que no sabía de que hablaban, y si me preguntaban decía que a si que me gustaba, para no parecer tonta. Poco a poco, por lo que decían y por algún gesto que alguna hacía al hablar de ello comprendí que lo de la paja consistía en tocarse la vagina. Yo no veía que podía haber tan maravilloso en eso, aunque recordé que me gustaba lo que sentía cuando dirigía el chorro de la ducha sobre mi sexo, y decidí averiguarlo. Empecé a tocarme el sexo a solas en mi habitación. Al principio lo vi ridículo, ya que no sentía nada especial, luego, empecé a notar una especie de cosquillas al tocarme ciertos ...
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