Relación muy abierta - Relatos Eróticos

Relación muy abierta

Ya antes de terminar mi primaria, había tenido encuentros con algunos chicos. Hija de un hombre que no conocí, una madre que trabajaba todo el día, con varios hermanos. Cada vez que podía escapaba de mis tareas e iba de mi tía, a unas cuadras de casa.
Más de una vez tuve que esperar para que me abra la puerta ya que solía estar con algún hombre. Una vez al llegar pude ver por la ventana a mi tía que estaba entre dos hombres. Acostada sobre uno que la tenía ensartada, el otro se había puesto atrás y le metía por el culo. 
Quedé muy sorprendida. No sabía nada de sexo a tan corta edad, pero ese fue el día que ví la primera pija enorme. Me asustó cuando el que la cojia por el culo le sacó la pija y se la llevó a su boca.
Tenía una pija muy gorda, más que mi bracito. La tenía dura, algo torcida a un lado y con una punta que dejaba caer un líquido espeso y blancusco, que luego supe que era leche.
Cuando ví a mi tía que seguía moviendo el culo y también se había puesto a chupar la pija gorda tragándose la leche que salía, sin darme cuenta me empecé a tocar mi conchita a lo loco.
No podía dejar de mirar, y cuando mi tía dió un grito me asusté.
Luego ví que se bajaba del otro tipo y pude comparar las dos pijas que quedaron a la vista
Una era una pija grande que se veía empapada y brillosa, caída hacia abajo y mostrando su punta roja. La otra pija era dos veces o más, en todo y aún se mantenía semi parada. Algo oscura, peluda y se movía en saltitos cortos de arriba a abajo.
Le ...

... revisaban el culo a la tía y veía que reían los tres de ese agujero increíblemente abierto, del que salía leche que caía al piso.
No había parado de tocarme, y hasta llegué a meter la punta de dos dedos en mi concha, cuando sentí que me ponía tiesa todo el cuerpo y caí al piso temblando. Me habia hecho mi primera paja, mirando a mi tía en un trío. No entendía nada, pero había sido hermoso. Cuando pude me fui a mi casa y me acosté porque estaba cansada.
Así empezó todo. 
A partir de ahí, estando en el ante último año de primaria, empecé a tratar de ver otras pijas. Cada tanto me volvía a tocar y me hacía otra paja, siempre pensando en esa poronga gigante y pensando que me encantaba.
Al primero que le ví la pija en casa, fue a un hermano mayor. Llegando del colegio lo ví meando contra unas plantas al fondo de la casa, y si bien tenía una pija crecida la Vi pequeña comparada con la de mi recuerdo
En otra oportunidad pude ver a la tía por su ventana, cómo se comía distintas pijas pero ninguna tan enorme. Cada vez me tocaba más seguido y llegué a hacerme varias pajas de una vez, hasta que descubrí que algunas cosas me podía meter un poquito y darme más placer aún.
Sin saberlo quería que me defloren y me cojan como a mi tía.
En el último año mis calenturas eran insoportables, no podía pensar en otra cosa que probar una pija.
Así fue que me puse de novia con un chico dos años mayor, solíamos ir por las tardes a un parque y detrás de unos arbustos nos besábamos por horas y me ...