La trampita 2 - Relatos Eróticos

La trampita 2

Una vez en la habitación, le dije algo avergonzada
- No sé porque reaccione así. ¿La embarré no?
- Tranquila acá se puede hablar más tranquilos ambos. Mientras me decía eso, pidió dos café
Llegaron los café justo que salí del baño.
Nos sentamos en unos sillones quedando frente.
Noté que era un lugar diferente de los que conocía yo. Tenía un kitchinet, frigobar, obviamente una cama, separada de este ambiente por una pared de ladrillos de vidrio esmerilado 
Hablamos de cada uno, contándole de mi pareja, y el de su relación. Ambos reconocimos estar felices pero ser muy curiosos en lo sexual.
Una charla que fue virando a lo sexual y a los gustos, que me había vuelto a alterar los sentidos
Cuando se paró para ir al baño pude notar que se le marcaba una buena pija debajo del pantalón mostrando que estaba caliente
Sola ahí, mientras el salía del baño, mi cabeza trabajaba a mil, y la curiosidad me llevó a investigar la habitación. Además del baño, había un ducha doble, en una cabina transparente, y un hidromasaje que era enorme.
Me pareció muy extraño que estuviese listo para usar, y con una mano sentada en el borde comprobé que tenía una temperatura muy agradable. En el ambiente se percibía un suave perfume de ambientes, la música suave de fondo y las luces tenues, sumaban al morbo que ya tenía yo.
- ¿Querés probarla? Escuché que decía atrás mío.
Me di vuelta y mi vista quedó atrapada por la imagen de esa pija enorme aún cubierta. El notó mi turbación y dijo
- Me ...

... refiero a la tina esa, debe estar hermosa para meterse. Sonreía con picardía y me solté
- ¿Los dos?
- ¡Hay lugar de sobra!, Respondió
Me paré, pase a su lado y de nuevo el perfume me embriagó. Me di vuelta, lo miré a los ojos y sentí como su brazo me sostenía por la espalda, acercándose a mi boca hizo una pausa y ya no pude esperar más. Nos besamos, nos matamos frotando todo lo que pudimos mientras se enredaban las lenguas. 
Sentí cuando soltó mi pantalón que cayó al piso, lo dejé sacarme un pullover y ayudé sacando mis zapatos. Había quedado en ropa interior y sentía el latir de esa pija contra mi vientre
El se separó unos centímetros y mientras se desnudaba me invitó a entrar al jacuzzi
Me saqué la ropa interior y quede totalmente desnuda, sintiendo que me violaba con la mirada.
Acomodada adentro de la bañadera, lo pude ver totalmente desnudo caminado para entrar
Alto, musculoso, de piernas anchas y brazos fuertes, su pelo revuelto, y una pija como un misil que se balanceaba a los lados siempre apuntando para arriba por su postura algo doblada como un gancho 
Poco vello en el pecho, menos en las piernas y una mata recortada en su pelvis coronoba la base de esa hermosa poronga.
Metió un pie, y cuando fue a meter el otro se resbaló cayendo de tal modo que quedó en cuatro patas, dejando la punta de esa maravilla a poco de mi boca
Ya no quería otra cosa más, tenía lo que podía haber pedido en mis deseos más pensados
Abrí la boca y me metí la cabeza adentro, dando unas ...