El escarmiento - Relatos Eróticos

El escarmiento

Mi marido me mete los cuernos con quién se le cruza. Creo que coje hasta con animales llegado el caso. Tiene una pija importante que se ha corrido la voz y he notado que hasta lo buscan.
También tiene por lo menos un amigo que lo sienta en su pija y lo pesqué feliz de estar enculado, lo que ya conté.
Me harté. Se acaba de cojer a mi nuera, una piba de 17 años que es novia del menor.
Los pesqué en un galpón al fondo de casa y fue de casualidad. Andaba por el fondo y escuché quejidos casi llanto.
Cuando me le aparecí, la ví a ella en cuatro con el agachado atrás dándole sin piedad por el culo, haciendo que llore por el tamaño de la verga.
Soy responsable, ya que no lo eché de casa ni a ella. Solo la amenacé de contar todo y con eso ya se que calmé a la puta por un tiempo y a este turro le saqué otra amante segura.
Pensando en como calmarlo un día se me apareció la oportunidad ideal.
En mi trabajo habían entrado como parte de una inclusión social, dos travestis
Uno se nota que nació varón, más allá que se siente y comporta como mujer en todo. El otro, puedo decir seguro que es correcto decir LA otra. Ni un rasgo o actitud que denuncie su travestismo. Femenina, buenos modales, lampiña,  rasgos finos, 1.58 de altura y muy buenas formas de medida media. Una mujer en todo, algo retraída inclusive, con unos ojos verdes muy llamativos.
Se llama Ana también y se sentó cerca mío del primer día. Fuimos congeniando hasta que salimos a tomar algo un sábado a la noche. Cenamos, ...

... fuimos a un espectáculo y tomando unas copas se soltó contando intimidades.
Hice lo mismo y de pronto sentía que tenía una amiga de toda la vida. 
Así me enteré que de muy chica se había definido, que había tenido un novio que aún recordaba muy bien, y también me contó que alguna vez estuvo con una mujer.
Le conté de mi penar y confidentes en otras salidas surgió la propuesta
- ¿Querés que hagamos una travesura? Me preguntó.
- Sí, dije sin dudar y aplaudiendo la idea, siempre me gustan las travesuras.
- Bueno vení, seguirme me dijo llevándome al baño
Ni bien entramos miró que no hubiese nadie y levantando su falda en dos movimientos me mostró una pija fenomenal.
Era como ver una imagen trucada. Una mujer muy bella, de formas bien definidas, femenina, con una matraca que pocos hombres tienen.
Claro que se me antojó y lo único que pude pensar fue - Yo quiero probar eso!
Me acerqué, se la pesé, la miré y me agaché a chuparla y encantada.
- Ani, esperá!, Dijo con evidente sorpresa.
- Yo la quiero!, Dije con la voz más ronca por la saliva que no terminaba de tragar
- Salgamos, que puede entrar alguien
Fuimos a la mesa, y yo sentía entre frustración, vergüenza y deseo creciente
Ya sentadas me dice
- Sos hermosa Ani. Me encanta tu sinceridad
Pensé que me iba a rechazar, pero siguió hablando
- Acá no me gusta. Podemos ir a mi casa cuando quieras. Me gustas mucho también, me dijo mirándome mientras tomaba mis manos
Siguió: pero la propuesta era otra. Me invitas a un ...