1. ELVIA. EN LA MAÑANA CON MI YERNO


    Fecha: 17/08/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... metí a mi cuarto y cerré con llave. Vi mis manos llenas de leche de mi yerno, no lo aceptaba, las olí, olían a sexo, a esperma. Tenía una gran cantidad de su semen en la palma de mi mano derecha, la chupé comiéndome los jugos de mi yerno, me chupé los dedos saboreando cada gota de su leche. El haber sentido ese trozo macizo de carne hizo que mis flujos escurrieran por mis piernas. Me quité la bata, luego la pantaleta y efectivamente estaba empapada de mis líquidos, toda mojada en la entrepierna con una mancha cremosa blanca, espesa. Me había venido a mares. Me daba miedo que la antigua Elvia volviera a resurgir, no quería volver a pasar por lo mismo de hace años, pero hoy en día disponía de una verga para mi, una verga prohibida, la del esposo de mi hija. Quería hacerle una y mil cosas pero me detenía mi “moral” y el que yo asisto a una comunidad religiosa donde hacer lo que ahora hago es el peor de los pecados. Como si no supiera la clase de vida que llevan esos hipócritas de los “hermanos”. Salí cambiada, aún sin bañar, me dirigí a la cocina y mi yerno seguía ahí. -“Ahora si, qué va a querer que le haga de comer?” le pregunté dándole un beso en la mejilla -“Lo ...
    ... que tu quieras amor” me dijo él dándome una nalgadita. -“No ha llamado mi hija?” -“No”, me respondió él. Me senté en la mesa junto a él y le pregunté: -”Qué piensa de todo esto que pasa entre nosotros, piensa que estamos bien?” -“No sé Elvia, tu eres una mujer muy atractiva, me gustas, amo a tu hija, sólo que tú me atraes porque eres una mujer muy sexual, despides sexo, en tu cara en tu cuerpo, hasta en los momentos menos propicios para pensar cosas de ti, haces que siempre tenga una razón para verte como una mujer muy erótica” -“Mire, estas dos veces que nos hemos tocado y besado han sido para mi un alivio, usted me ha provocado orgasmos que mi cuerpo necesitaba sentir, me ha hecho venir delicioso. Si quiere podemos seguir así, tocándonos, acariciándonos, besándonos, pero hasta ahí, no me pida más. No lo voy a dejar dedearme ni verme desnuda, solo nos daremos placer,, yo masturbándolo a usted y yo recibiré sus caricias sobre mi ropa, nada más. ¿Quiere?” En eso llegó mi hija y todo volvió a la normalidad. Nos pusimos a hacer quehaceres de la casa. Yo sintiéndome satisfecha, totalmente derramada y mi yerno bien atendido por la mano de su suegra. elvramos11@gmail. com 
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