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Un roce en el micro, una guerra en un depósito
Fecha: 17/08/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: roberto orduna, Fuente: CuentoRelatos
... esas cantimploras enormes, ella se excitaba más… sus tetas estaban calientes, más que su cuerpo … era fiebre … ella gemía y me de sii sii…. Así así allí empecé mi bombeo final… mi orgasmo era infrenable, el de ella también, nos soltamos se dio vuelta me senté en inodoro, ella con su pantalón en las rodillas abrió sus piernas lo que el vaquero le permitía y la ensarte dejando sus tetas en mi boca y su galope era mortal y vi como de sus tetas brotaban leche el cual succione vorazmente… me encanto. Marisol me dice chupámelas bien Roberto… me encanta…. Ya acabo y mis huevos estaban mojadísimo … vino mi temblor y el de ella también… el de ella mordiendo mi cuello, apretando mi boca en sus tetas … ella creo que decía siiii siii y su saliva chorreaba por mi hombro, corriendo mi remera ella chupa mi hueso del hombro, el que la hizo volar en el micro. Nos quedamos así … ella ensartada encima y besándonos hasta que mi pija empezó a bajar, ella me dice que hacía 12 meses que no cogía y que había dado a luz hacia 8 meses y no había tenido con ...
... quien … hasta que vi tu pijona en el micro y no me pude controlar, que nunca se había animado a hacer semejante acción… y se reía yo le dije que me sentí que me había violado directamente y nos reímos … a continuación me cogió dos veces más ese sábado y no fui a jugar al futbol obviamente y llegue a mi casa tipo 5 de la tarde con un mordiscón en mi cuello me bañe y me dormí y desperté el domingo. Marisol me volvía a coger 2 veces por semana durante 4 meses siguientes, en su depósito de limpieza, el cual cada vez se fue adaptando más a un bulín …ya que las últimas veces teníamos una estufa, una alfombrita, cerveza o vino, ropa interior aceites y hasta una luz roja. Luego volvió a su Formosa a criar a su hija y dije me volvió a coger porque ella hizo todo lo que quiso durante esos endiablados encuentros. Yo cada vez que paso por 1 y 44 miro la puerta y siento el olor de su piel y el sabor de sus tetas y lo atrevida que ella había sido, y mi promesa de volver a tomar un micro a ver si la encuentro a ella o quizás a otra que supere su marca.