1. (9) Cristales helados al amanecer


    Fecha: 17/08/2018, Categorías: Lesbianas Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos

    ... cascos, me miró profundamente, tragué saliva, y un nudo apareció en mi garganta, mi mirada se nubló, tenía que hacer lo que siempre, huir como un cobarde.
    
    Blanca dijo que se callara, que era el único amigo que la quedaba, que no me jodiera como había hecho con todos sus amigos. Era muy triste la confrontación y situación en la que yo era un convidado de piedra, no abrí la boca para nada, no levanté la mirada del suelo, dejé la taza de café en la encimera.
    
    Y poniéndome la corbata en torno al cuello de la camisa sin hacer el nudo, cogí la chaqueta que había dejado en el respaldo de una silla y me moví en dirección a la puerta.
    
    Ella dijo con voz grave, que era su madre la que se tenía que marchar no yo, que nos dejara en paz, y su madre arremetió contra mí, me acusó de aprovecharme de la situación y sacarle dinero a su hija y que estaba harta de sus amigos, que me iba a denunciar.
    
    Me acerqué a ella, presioné su hombro y diciéndola con gran esfuerzo en voz baja que ya nos veríamos, escapé de aquel infierno, bastante tenía yo con el mío. Salí del piso, ya se gritaban, su madre la llamó zorra de forma repetitiva que era una mujer perdida, que se dejaba follar por todos los tíos, cerré la puerta procurando no hacer ruido.
    
    Bajé las escaleras despacio, no me gustan los ascensores, y en el portal frente al espejo que ocupaba una pared, me hice el nudo de la corbata, ajusté cuello camisa y corbata con la chaqueta y salí la calle, respiré el aire fresco y con paso ...
    ... inseguro crucé la calzada, y al otro lado de la calle miré la fachada, su planta, y unos visillos se movieron, era ella, movió su mano y los cascos se movieron, y después hizo un gesto con sus manos.
    
    Se abrazó, luego llevó su mano derecha a su frente, luego sus dos manos a sus oídos, y por último quitándose la bata y mostrando sus pechos dejó su mano entre ellos, por último me señaló con su mano derecha.
    
    Yo incliné la cabeza, asentí, y respondí extendiendo la mano derecha, mis dedos hicieron el gesto de como si la cogiera, y cerrando los dedos los llevé hasta la corbata, la aparté y allí dejé ese puños. Ella asintió deprisa, lo había entendido, y de forma rápida sus dedos apartaron sus lágrimas.
    
    La magia fue destruida por la salida del portal a la madre, que iba sermoneándose sola sin sentido y muy furiosa. La hice un gesto de despedida y fui en busca del coche, pensé que era mejor dejarla sola, había sido una noche infernal, ahora tenía mejor sabor de boca que antes.
    
    La suma de todo había roto mi sueño y tenía un estado de cansancio de material, y en casa decidí recuperarme al precio que fuera, oscurecí todo el piso y me acosté vestido, estaba hundido.
    
    Abrí los ojos en la oscuridad, puse antena y de la calle tampoco me llegaron ruidos, miré el reloj de la mesilla, 03:34 del domingo, había perdido un día de mi vida, pero lo peor es que no sabía qué hacer.
    
    Me quité la ropa metiéndome debajo del agua..., fría, casi me caigo debido a la impresión, mi mente estaba muy ...