1. La abuelita guarra de mi amigo Juan Luis


    Fecha: 28/07/2017, Categorías: Infidelidad Autor: tanga_de_tarzan, Fuente: CuentoRelatos

    ... buena señora y abuelita de mi amigo Juanlu, fuera tan guarra y tan maravillosamente guarra y tan colosalmente zorra.
    
    Saqué mi rabo de su ardoroso coñargón y me volvió a hacer una depravada cubana estando yo arriba de su torso y después de esto, le dí unos certeros golpes a su lasciva bocaza de guarra con mi verga y la muy puta terminó por tragar todo mi miembro con verdadero deleite.
    
    Volví a rozar mi dura verga en sus tetazas mientras que esta fulana madura largaba ayes, berridos, bufidos y mil gañidos sexuales como una depravada pelandusca profesional.
    
    Retiré mi encendida verga e inicié otra vez la depravada jodienda y la estuve dando acometidas y cientos de laterales embestidas en su hirviente coñargón hasta que levante una de sus ancas y comencé a joder ansiosamente su acalorado y espumeante coñote.
    
    Dejamos esta procaz postura tan lujuriosa y la muy puerca se puso a cuatro patas como una auténtica fulana de burdel y comenzó una genuina follada muy ardiente, calenturienta y muy encendida, pues no paraba de emitir berridos, bufidos, gañidos y graznidos sexuales al tiempo que largaba una obscena e irreverente sucesión de groserías, execraciones, imprecaciones, injurias e insultos sexuales muy chabacanos que me movían y obligaban a darle rabo fuertemente sin misericordia y sin descanso a esta abuelita tan procazmente fulana.
    
    Después de estos lujuriosos y libidinosos embates, extraje mi duro rabo de ...
    ... su acalorado y enardecido coñargón y la muy zorra se decidió a tragar mi rabo como si no lo hubiese hecho nunca, pues tragaba y engullía mi verga con una apasionada y ardorosa pasión sin límites y sin topes.
    
    La volví a endilgar y endiñar mi duro rabo en todo su ardiente y calenturiento coñargón al tiempo que le agarraba sus tetazas y gemía y jadeaba como una salaz y libidinosa zorra pervertida en celo.
    
    Volví finalmente a extraer mi verga de su enardecido coñargón y la abuelita de Juanlu volvió a mamar mi verga hasta volvérsela a clavar, pues quería montarme como si yo fuera un lascivo caballo desbocado, así estuve unos minutos y se dio la vuelta e iniciamos otra postura y me daba la espalda la muy guarra al tiempo que no paraba de gemir, jadear y gañir como una fulana depravada y acalorada. Yo la barrenaba con fuerza el coño, mientras ella se tocaba los labios y gemía como una puerca hasta que me corrí finalmente dentro de su coño y caímos en un orgasmo brutal y con mi rabo ya arrugado de tanto metisaca.
    
    La abuelita de mi amigo me dejó pasmado y boquiabierto al comprobar lo puerca, fulana, ramera, golfa y lo muy puta que era y que podía llegar a ser y la brutal resistencia sexual que tenía. Me dijo después que ella secretamente se había ido tirando a los amigos de sus nietos y también a los novios de sus nietas y que de momento no follaba mas que con hombres jóvenes a ser posible cercanos a la familia. 
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