1. EVOCACIÓN


    Fecha: 19/08/2018, Categorías: Fetichismo Gays Tabú Autor: jrpassionate, Fuente: xHamster

    Hace un tiempo hojeaba las publicaciones de un usuario de xhamster, a las que llegué por sugerencia de este sitio en otra publicación. Le perdí la pista luego y ya no supe cómo volver a encontrarlo. Se trataba de un negro americano que afirmaba ser heterosexual. No obstante afirmaba también sentirse atraído por el sexo oral recíproco con hombres. Ahora bien, como se consideraba heterosexual prefería practicarlo en cabinas, a fin de que resultase lo más impersonal posible. Aunque no declaraba tener preferencias raciales todas las aventuras que él cuenta se dieron con blancos. Hubo un detalle de sus descripciones que me llamó la atención: que nunca hablaba de besar a otros hombres, aunque no decía que se rehusaría a ello. Esto me resultó bizarro en extremo: alguien que se califica a sí mismo de heterosexual, pero dispuesto a tener sexo oral con otros hombres, y que en cambio nunca manifiesta interés en besarse con hombres, como si se sintiese más avergonzado de besarle los labios a un hombre que de besarle sus genitales… Este caso me evocó otro caso personal hace varios años: una pasada aventura con un chico hispano. Esta aventura fue de lo más curiosa. Yo lo había conocido y tratado un poco años antes: era un chico delgado y melancólico. En aquellos momentos no surgió ningún interés mutuo. Yo me mudé de ciudad y perdimos la pista el uno del otro. Años después lo encontré por casualidad en mi nueva ciudad: también él se había mudado a ella y estaba ya casado. Había ganado ...
    ... peso. Pero lo que hizo el reencuentro memorable fue que nada más saludarme me mirase de manera penetrante; también yo sentí algo nuevo en mí por él: fue como una extraña y repentina atracción entre los dos. Nos pasamos nuestros números telefónicos. No tardó en llamarme e invitarme a visitarlo en su casa, en la que se encontraba solo. Acepté. Cuando llegué a su casa, él estaba en la cama viendo películas eróticas en la televisión. Yo capté el mensaje y me acerqué a él poco a poco, pero pronto me vi en una situación incómoda: él se mostraba deseoso de hacerlo todo conmigo menos besarnos, pero precisamente yo no estaba dispuesto a hacer con él cualquier cosa sin besarnos… Empecé por besarle todo el cuerpo, pero me detuvo el hecho de que no me dejase besarle los labios y finalmente me limité a ayudarle a alcanzar el clímax con las manos. Me fui de allí desilusionado. Tiempo después me volvió a llamar y a invitarme a su casa. Yo le dije que no iría si no aceptaba besarme. Me dijo solamente: “Ven y veremos qué pasa”. Fui. El encuentro es difícil de calificar: se mostró ardiente, pero los besos en la boca por una parte los disfrutaba y por otra lo avergonzaban. Aun así ambos alcanzamos un gozoso clímax. ¿Qué pasó luego? Que nunca más volvió a llamarme ni nunca más volví a cruzarme con él. Creo que se sentía realmente atraído por mí, pero que se sentía al mismo tiempo avergonzado de besarme; creo incluso que se sentía avergonzado de que legustasebesarme en la boca, aunque no le asustaba ...
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