1. Fin de Semana


    Fecha: 20/08/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... noche anterior. Discretamente intenté hacerle gestos para que me soltara, ya que era muy peligroso estando tan cerca de mis amigos, pero él simplemente colocó un dedo sobre sus labios indicándome que me mantenga callado. Entonces su mano empezó a deslizarse hacia abajo, recorriendo suavemente mi nalga derecha. De inmediato mi sangre empezó a arder nuevamente en mis venas y el calor subió a mi cabeza. Lentamente pero con firmeza, Rafa empezó a apretarme las nalgas con sus manos, moviéndolas de un lado, de arriba abajo, apachurrándolas, moviéndolas, disfrutando de su regordeta forma como si estuviéramos solos en esa habitación. Mi respiración empezó a agitarse al sentir como me tocaba. Era la primera vez que un hombre me acariciaba de esa forma, con toda la intención de disfrutar de mis nalgas y no sólo por broma. Era indescriptible la sensación que me producía sentir sus manos acariciándome con firmeza, apretándome a veces hasta bruscamente. Entonces, al parecer insatisfecho con lo que hacía, empezó a presionar uno de sus dedos entre mis nalgas, abriéndolas por sobre el short que llevaba puesto para que su dedo pudiera entrar más. La sensación era extraña pero excitante. Su dedo apretaba con fuerza entre mis nalgas pero sin llegar a tocar mi agujero, luchando para hacerse paso entre los fornidos cachetes que se lo impedían. ― Esta bien rica la Sara, ¿no? ―preguntó Raúl volviéndose a nosotros, cortando de improviso nuestro clandestino juego. ―Sí, sí… esta buenaza ―dijo Rafa, ...
    ... acercándose más a la pantalla y apretando su paquete caliente y duro contra mi nalgas mientras lo hacía. ―Sí… ―susurré, incapaz de decir algo más. Todo aquello me estaba volviendo loco. Rafa me excitaba demasiado pero no tenía un momento a solas para poder hacer algo más que tocarnos… A pesar de que no estaba seguro de que es lo que haría o me dejaría hacer si me encontraba a solas con Rafa, tenía mucha curiosidad de averiguarlo. Ya entrada la noche, luego de un día de resaca, juegos y playa, nuestros cuerpos ya pedían descanso, así que todos coincidimos que ya era momento de ir a dormir. ―Hey Mario ―dijo Rafa, llamando la atención de todos ―Quiero cambiar de compañero de cuarto… Raúl mucho se mueve cuando duerme. ―¡No es verdad! ―se quejó Raúl de inmediato. ―No te das cuenta, pero sí lo haces. ―Yo también me muevo cuando duermo ―dijo Mario, insinuando que no podría dormir con él tampoco. ―Yo no me muevo ―intervine de pronto, con el corazón palpitando fuerte en mi pecho. ―Bueno entonces tu duerme con Rafa ―sugirió Mario, mirándome para buscar mi aprobación. Mi estómago empezó a dar vueltas y por un momento temí no poder contestar normalmente. ―Ya pues, no hay problema ―dije al fin, conteniendo la emoción que me embargaba. Mario hizo un gesto de aceptación con sus manos y luego se dirigió a su habitación, seguido de cerca por Raúl. Entonces me volví hacia Rafa y pude ver el fuego nuevamente en sus ojos. Con el corazón saliéndome por la boca caminé rápidamente al cuarto, seguido ...
«12...678...13»