1. Ellas ganan siempre


    Fecha: 22/08/2018, Categorías: Gays Autor: NewFdAges, Fuente: CuentoRelatos

    Un día cansado de ser un esclavo de este nuevo orden, decidí escapar, decidí revelarme y liberarme de las cadenas que me habían impuesto y los trabajos forzados a los que me habían condenado, no tuve formación militar, eso me salvo de los terribles juicios que acabaron con la elite militar y dejaron a todos los antiguos ciudadanos masculinos sumidos en la esclavitud... así que decidí escapar y quizás armar una rebelión.
    
    Ellas confiadas en su sistema (y con razón) mantienen a los esclavos sometidos pero sin esforzarse mucho en impedir escapes... ya hora se por qué... pensé que los grilletes que me pusieron en muñecas y a la altura de mis rodillas eran únicamente para reducir mis movimientos y marcarme como un esclavo, pero una vez intente el escape pude descubrir el propósito de estos terribles artefactos que nos colocan en esos puntos del cuerpo como esclavos...
    
    Una tarde mientras limpiaba el jardín de la dueña de la mansión, una hermosísima pero igualmente cruel mujer que disfruta de ver sus dominios impecables y a quien solamente había visto muy de lejos en su balcón, pero solo de reojo porque si una de las guardias de la mansión llegara a darse cuenta, haría cuenta de su látigo sin titubeo alguno.
    
    Todas las mañanas ella sale a ese balcón después de desayunar allí al aire libre, mientras nosotros somos alimentados una vez al día, sin decir que es lo que usan para alimentarnos... a través de las columnas de la terraza puedo ver como ella se sienta cómodamente y ...
    ... cruzada de piernas, unas piernas increíblemente bien torneadas, que nuevamente solo había podido observar con mucha cautela esa escena, podía ver como rodeada de sirvientes... y en parte sentía cierta envidia de ellos pues podían estar cerca de ella, sin embargo la idea de liberación me tentaba aún más, y es que como podría optar a estar más cerca de ella, imposible pues nunca durante sus visitas al balcón he podido detectar siquiera una mirada hacia mí, es más cuando sale al balcón el tronido de un látigo nos recuerda que debemos arrodillarnos ante su presencia, poniendo cabeza en tierra inmediatamente, mientras alguna guardia a caballo se traslada entre nosotros buscando a algún atrevido a no hacer ese acto de reverencia.
    
    Cansado de la rutina comencé a planear mi escape, las guardias supervisan nuestro trabajo, su mirada fría y severa pasa por mi sin inmutarse ni detenerse siquiera, como si ya fuéramos parte del paisaje... esto alimenta mis ideas, "que pasa si de repente no me ve, quizás ni siquiera noten mi ausencia..." la sed de libertad me impulsa y aunque a veces recibo latigazos me he dado cuenta que muchos de ellos son sin razón aparente, las guardias simplemente disfrutan usar sus largos látigos de vez en cuando sin importarles si el esclavo de su objetivo lo merece o no.
    
    Después de pensarlo en las mazmorras donde nos "almacenan" por las noches luego de que nos alimentan lo cual no describiré, la jaula donde me encuentro es como todas incomoda, hecha para que ...
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