1. Simplemente acepté un regalo de la vida


    Fecha: 22/08/2018, Categorías: Infidelidad Autor: rossy, Fuente: CuentoRelatos

    ... marido, en mis hijos, en mi matrimonio, pero también me emocionó lo desconocido, lo diferente.
    
    No quiero entrar más en detalles, me ruborizo solo pensar en escribirlos, sólo diré que pasé las tres noches con este hombre, quien me llenó de gozo y placer. Me sentí revivir, y si al principio dudé y me costó trabajo, desconociéndome a mí misma, después acepté esa oportunidad que se me estaba dando y simplemente disfruté, sin pensar en nada ni en nadie, sólo en mí. A estas alturas de mi vida, porque no pensar en mí, reflexioné al respecto.
    
    Finalmente, debo decir que tuvo razón aquel hombre, mis sofocos se redujeron y mi vagina ya no estuvo tan reseca. Fueron tres noches increíbles en que, y me da pena decirlo, me dio unas tremendas folladas (o cojidas como decimos en mi país), como no me las daba mi marido desde hacía mucho tiempo. Y esto es perfectamente entendible. Este hombre tenía por lo menos diez años menos que mi marido, por lo que no sé si tomó algo, pero en cada noche me habrá follado tres o cuatro veces. Además de que duraba lo suficiente, creo que esto fue la clave, pues mi marido, como toma un medicamento para la próstata, tiene algo que se llama eyaculación retrógrada y eyacula demasiado rápido, sin mucho placer por lo que me deja insatisfecha y si logro tener un orgasmo es de otra forma, con sus dedos o con sexo oral. Y con este hombre tuve varios orgasmos con su miembro dentro ...
    ... de mí, lo que ya tenía tiempo que no experimentaba, casi se me había olvidado…Pero también yo disfruté mucho a este hombre, no sólo él de mí; pues tenía un cuerpo bien formado y con sus músculos marcados todavía, con la piel bronceada y me da pena decirlo, pero con un miembro espectacular, el cual lo disfruté de muchas formas, acariciándolo, llevándomelo a la boca o sintiéndolo en mis nalgas cuando me abrazaba por detrás. Sentí que estaba a mi medida, pues como dije antes, soy caderona, todavía acinturada y este hombre me penetraba sin prisa y llenándome al mismo tiempo.
    
    Nos despedimos, sin ningún acuerdo ni compromiso ni nada, era lo mejor, a la vida sólo hay que pedirle momentos, esa fue a la conclusión a la que llegué. Mi marido fue por mí al aeropuerto, lo vi con gusto, y debo confesarlo, no me sentí culpable, se me dio la oportunidad de gozar y lo hice. No entro más en detalles, me cuesta trabajo expresarme, pero siento que tuvo beneficios este affair, pues ahora ha mejorado un poco el sexo con mi marido, se despertó mi imaginación y reavivó mi sexualidad. Sólo me resta decir que a pesar de los 50 años, las mujeres seguimos con el deseo sexual, pero falta que se presente una situación específica para responder, de eso estoy convencida, sin embargo, la rutina y demás contribuye a dejar de lado esos deseo ocultos y bueno, yo tuve la oportunidad de que se presentarán, no todas lo tienen. 
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