Mi primera infidelidad - Relatos Eróticos

Mi primera infidelidad

Fue durante el otoño y había pasado ya casi un año de mi reciente ingreso al tecnológico. Conocía personas y me llevaba bien con la mayoría de mis compañeros, estaba muy emocionada por comenzar mis estudios superiores y cualquier novedad me hacía muy feliz. 
Llevaba un poco más de un año de relación con mi novio y en general todo era muy bonito para mí, fue un ciclo de cambios que me agradaron desde el comienzo y me sentía como pez en el agua.
Decidí entrar a un equipo deportivo donde hice más amigos y conocí cosas muy distintas a las que estaba acostumbrada, mis compañeros me trataron bien y sentía mucho apoyo; en particular de un de ellos que me observaba con mucha atención, fue el primero en seguir mis redes sociales y establecer comunicación conmigo. 
Él era muy directo, cualquier cosa que quería o pensaba la decía sin pelos en la lengua, me caía bien y pronto nos hicimos amigos. Le conté a mi novio desde el principio y lo tomó de muy buena manera hasta que... clásico que mi amigo me empezara a tirar la onda, me hacía propuestas sobre salir y hasta tener acercamientos más allá de la convivencia. Todo se lo contaba a mi novio sin imaginarme que para él estaba super bien que otros chicos me hicieran insinuaciones, invitaciones e incluso que me acosaran. 
Seguido me sorprendía su postura, no podía creer que no sintiera celos ni un poquito ya que yo estando en su lugar habría hecho todo un escándalo. Los días siguieron transcurriendo y mi nuevo amigo siguió insistiendo ...

... en salir, pero al ganarse mi confianza, dejó en claro que quería intimidar. Sorprendida por la postura de mi novio y ese maldito impulso natural hacia el sexo, por fin le tomé la palabra y con el apoyo de mi novio salí con mi amigo. No podía creerlo pero aún así salimos y pasamos un rato caliente en su vehículo a las afueras de la ciudad. Nos dimos un faje tremendo que me dejó mojando mi ropa interior casi una semana.
Le conté todo a mi novio quien vivía fuera de la ciudad y yo teniendo mis necesidades no pude dejar pasar esa oportunidad, él me dio luz verde y yo sinceramente ya necesitaba un hombre que alimentara mis instintos. Mi novio jamás se molestó, al contrario, se mostró muy curioso... Al mes de haber salido con mi amigo, volvió a invitarme pero esta ocasión al motel. Yo me opuse totalmente porque aún sentía cargo de consciencia pero entre tanta insistencia por fin me convenció. Obviamente le dije a mi novio y ¡nuevamente me dio luz verde! Una vez más no lo podía creer... estaba aceptando que me metiera con otro con la excusa de que estaba lejos y ya tenía tiempo sin tocarme. Igual que la vez anterior, fui y pasé una tarde riquísima con mi amigo; me besó todito mi cuerpo incluyendo mi vagina, me rosó su pito y huevotes por toda la cara y me manoseó de la manera más depravada que nunca antes había sentido, yo no paraba de suspirar y mientras casi me partía en dos con sus intensas y poderosas metidas, yo no paraba de suspirar, en momentos no podía siquiera respirar ...