Las amigas de mi hija - Relatos Eróticos

Las amigas de mi hija

Todo inicio cuando tenía 15 empese a leer relatos y siendo muy poco sociable sabia que mi vida sexual no sería mucha de joven siempre tuve el deseo de cojer con chicas menores de lo que yo era entonces sueño que no se me cumplio entonces pasaron los años y tuve una amiga que salió embarazada me gustaba mucho y yo a ella pero por desgracia la conocí un año tarde tuvo una hija con los años nos volvimos a ver y nos juntamos adoro a su hija como si fuera mía pero no dejo de ser ese pervertido que quiere más que solo tener una linda chica como hija
Pasaron los años y le enseñe a interesarse en los deportes con intenciones de que fuera saludable según ellas creían

Mi hija llegó muchas veces con sus compañeras a casa y siempre de adolescentes son tan coquetas provocandome como broma o tal vez por sus hormonas quien sabe 

Un día le sugerí a mi hija que hiciera pijamada así podría pasar más tiempo con sus amigas
Al principio solo vino una pero eso me animo a llevar mi plan a ser realidad empecé con mi hija luego de salir de sus clases y de practicar deportes le daba sodas o jugó siendo mi hija no desconfiaba de su papi 
Cuando llegaba cansada le daba un jugo y la animaba a descansar un rato ...

... siempre se lo daba abierto no tenía motivos para desconfiar pero era mi pequeño experimento molia pastillas para dormir siempre con cuidado había buscado en internet cuanto podía darle según su peso ella era delgada y con un poco de músculo dándole a su pequeño cuerpo un aspecto muy erotico y firme sus pechitos cresiendo muy levantados  
Siempre parecía funcionar una píldora diluida en su jugo y en media hora luego de enviarla a descansar estaba muy dormida 

Cada día luego de hacer la misma rutina del jugo y enviarla a descansar entraba a su cuarto sin hacer ruido y hablaba voz baja para ver si despertaba casi nunca respondía o despertaba comence a moverla a ver si reaccionaba y luego empese a dar unos visitasos bajo su ropa tomaba muchas fotos de ella en especial de su coñito peludito rubio

Un día no pude más y luego de que se durmió fui a su cuarto la mire un poco y al ver su coño peludito me baje el sierre saque mi pene y comencé a masturbarme están tan excitado casi podía escuchar mi corazón palpitar mientras con la otra mano le metía un dedo en el cono sin ir muy profundo no quería romper su himen en mi corazón tenía un plan ese himen se lo rompería con y gozaría usar mi pene para hacerlo.