Recuerdos de adolescente - Relatos Eróticos

Recuerdos de adolescente

Me crucé por casualidad en estos días con un viejo conocido. Ismael fue el que me enseñó varias travesuras.
A mis 15 años, ya había probado el sexo con algunos chicos de mi edad.
Un novio del barrio, uno del club y otro del barrio de mis tíos, solían ser mis amantes.
Una mañana que hacía mandados, ya habiendo comprado las cosas, cruzando el parque - que es bastante grande- camino a casa se me rompe la bolsa y se desparraman las cosas en el pasto.
Junté todo como pude, agradeciendo que nada se rompa, pero no encontraba como cargarlo.
Fui llevando por partes las cosas a un banco que estaba entre unos arbustos y cuando terminaba se acerca un muchacho rubio, alto, musculoso y de voz grave
- Hola. ¿Puedo ayudarte? Veo que se te rompió la bolsa
- ¡Si! Un desastre ya que me faltan varias calles para llegar y no tengo más bolsas acá
Se sentó a mi lado y buscábamos una solución. Mirándolo que estaba muy lindo, noté que me miraba toda y me hizo poner colorada.
Hablamos pavadas y cosas personales. Si nombre Ismael y con casi treinta años parecía más joven. 
- ¿Que edad tenés? Me preguntó
- 16, los cumplí hace poco respondí
- Uh! Sos menor aún.
- Vos?
- 28 años. Sos muy linda y pareces mayor, pero si me pescan voy preso, dijo..
- Por hablar?
- Yo te quería besar, me dijo mirándome las tetas
- No nos conocemos, le dije.
- Si, soy Ismael y vos Ani. Ya está ¿Puedo besarte ahora?
Me reí de su ocurrencia y dije
- Pero ¿Vas a ir preso por un beso?
- No se probemos y me dió ...

... un pico
Lo miré sorprendida por lo suelto que era. Pero no dije nada, así que me pasó un brazo por la espalda y me dió otro beso solo que ahora metiendo su lengua en mi boca y acariciándome la espalda hasta las nalgas con las dos manos
Me encantó el beso y me dejé llevar. Se lo devolví y de pronto siento que me alzaba para sentarme en su pierna, mientras me seguía tocando
- Esperá! Le dije mirándolo fijo
- ¿No te gusto?, Vos si me gustas. Sos hermosa
- Eso no tiene que ver. Si, me gustas pero estamos en el parque y nos pueden ver
- Eso tiene solución, me dijo
- ¿Y cómo?
- Así! Y parándose me cargó a upa suya, quedando a su altura con las piernas colgando, ya que me había cruzado un brazo debajo de mi cola y me sostenía cómo a una niña pequeña
- ¿Que haces? Le dije riendo, asombrada por su fuerza y rapidez
- Nos ponemos por acá que no nos ven. 
Mientras me explicaba, camino unos pasos y quedamos detrás de los arbustos dónde no se nos veía. Me pasó una mano entre las piernas y con la otra sosteniendo mi espalda, me acostó en el piso, poniéndose a mi lado volvió a besarme mientras ya me tocaba los pechos sobre la ropa.
Estaba algo preocupada por si nos descubrían, pero sus manoseos y besos, sumados a qué me gustaba cada vez más, me habían calentado tanto que ya no podía pensar
Me estuvo besando y tocando por completo, y me hacía delirar con su lengua en mis pezones que había sacado fuera de la ropa, mientras masajeaba por sobre la falda mi conchita que ya se estaba ...