1. JUGANDO CON LAS VECINAS


    Fecha: 03/09/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Un par de días después que se mudara Laura, alguien llamó en mi departamento. No era el timbre, como lo normal, sino un golpecito en la puerta, tal cual habíamos convenido con Clara y Laura. ¿Quién sería? No había ningún aviso telefónico, tal como era costumbre.
    En este caso no estaba “preparado” para recibir a las chicas como se “merecen”, pero fui, por supuesto. Me fijé por la mirilla ¡Aldana! Abrí con cara seria. No quería despistar a las chicas ni molestar a Clara.
    -¿Qué hacés acá?
    -Vine a verte. – Aldana respondió lo más tranquila y segura. Ese “a verte” podría decir muchas cosas…
    -¿Por qué?
    -Porque quiero… ¿qué tiene de raro?
    -Pero tu Mami no lo sabe, sino hubiera llamado.
    -No quiero que lo sepa, ni Clarisa. Quise venir sola. ¡SOLA! ¿Entendés? Quiero estar solamente YO con vos…
    -Pero tesoro… - Quería ser lo más suave posible. - Yo no tendría problema en estar solamente con vos, pero no puedo engañar a Mami. Yo le prometí que no estaría a solas con ustedes sin avisarle… 
    -¡Pero papi…, por favor! – Aldana puso el mohín de modosita mimosa. - No quieren que esté sola con vos. No sé por qué…
    -Bueno tesoro… Te consideran muy chica todavía… 
    -Pero… ¿a vos te parece que soy chica? ¿Qué no puedo estar con vos? – Aldana estaba junto a mí, apretándose contra mi cuerpo. - Cuando lo “hicimos”, juntas, con Clarisa… ¿te pareció que yo era muy chica comparando con ella? ¿Fui a menos? ¿No lo sé hacer? ¿No te di placer?
    -Siiii…, mi amor… Sos perfecta. ¡Toda una ...
    ... mujer!
    -Quiero demostrártelo a solas… Quiero que lo aprecies vos… sí soy capaz de…, de… hacer las cositas lindas…, lo que nos gusta…, como una pareja… bien hombre…, bien mujer… Y… no soy una mujer… No lo voy a ser hasta que haga el amor con vos, sola, yo sola, sin compartirte con nadie. ¡Así seré una mujer!
    -Pero…
    -¡Por favor papito! ¡Dejame hacerlo con vos! ¡No hay otro como vos! – Sus brazos me apretaban a la altura de la cintura. 
    -¿Cómo lo sabés? ¿Con cuántos estuviste para comparar?
    -Unos cuantos… pero ninguno como vos. Todos chiquilines. No sabían nada de nada…
    Yo me sentía la profesora de sexo. Imaginate cómo serían… ¡Jajaja!
    -Estoy seguro que les enseñaste un montón…
    -No, apenas… ¡Quiero que vos me enseñes más! ¡Si, por favor! ¡Por favor! – Ahora estaba colgada de mi cuello. - Te lo juro, no diré a nadie de que vine a… “verte”…, a estar con vos…, a hacer el amor… con vos…, sólo con vos… ¡Si, dale! ¡Dejame por favor! Dejame… 
    Mientras decía esto en modo súplica, prácticamente, Aldana se había agachado y me estaba sacando el cinturón de los jeans… 
    -Aldana… por favor…
    -Vas a ver qué lindo que lo hacemos… ¡Haremos de todo! ¡Vas a ver cómo te va a gustar…, y a mí…, un montón!
    Yo no hice nada para detenerla… Ya me había calentado y… la pija estaba tomando “forma” latiendo al ritmo de mi corazón…
    -¿Ves? ¡Mirá! ¡Ya estás casi a punto! ¿Te gusto tanto?
    -¡Mucho! 
    -Vos también me gustás mucho… ¡y tengo unas ganas! 
    La nena había bajado el pantalón. Tomó con las dos manos la ...
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