Víctor por delante, Helena por detrá
Fecha: 25/08/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Lesbianas
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Víctor por delante, Helena por detrásLlevaba muy poco tiempo de noviazgo con Víctor, pero en esa época ya hacía años que conocía a Helena, mi compinche, mi amiga fiel, mi amante…Con ella siempre habíamos sido una dupla bastante morbosa para el sexo, en el sentido de decirnos palabras bastante picantes, inventarnos situaciones subidas de tono, cosa que nos gustaba a ambas y nos calentaba hasta extremos muy altos, siendo luego nuestros encuentros sexuales magníficos.Pero ahora me había enamorado de Víctor, un hombre maravilloso con quien quería compartir el resto de mi vida, pero con él todavía no había logrado la confianza necesaria como para confesarle mi ambigua relación con Helena, un vínculo que no iba a poder cortar nunca…No podía compartir semejante secreto con mi adorado Víctor, pero para el sexo tanto él como yo éramos verdaderas máquinas de coger, casi con el mismo nivel de morbo con que lo hacíamos con Helena…Una mañana estaba en la oficina trabajando, conectada a la computadora, cuando apareció un mensaje de Víctor: “Cómo está mi perrita, bien caliente?”Hacía un par de días que no nos veíamos, así que este mensaje me provocó un efecto de excitación bastante intenso, sentí que comenzaba a humedecerme, así que sin pensarlo le contesté:“Increíblemente caliente y mojada, esperando un macho que me coja.”Mientras lo escribía miré por encima de la pantalla a Helena, que en ese momento se estiraba felinamente en su escritorio y sonreía por algo que miraba en su computadora. ...
... Compartíamos una pequeña oficina y eso nos dejaba a salvo de miradas indiscretas, cuando queríamos encerrarnos bajo llave a hacer travesuras entre nosotras…Así comencé mi conversación con Víctor; eso fue lo más suave, el tono de nuestra conversación subió de forma paralela a mi excitación. En un momento dado me pidió que me masturbase para que él pudiera escucharme por el micrófono.Justo en ese momento Helena se levantó de su asiento con unos papeles en la mano y se dirigió hacia la puerta.A pesar de mi calentura le recordé a Víctor que nuestro jefe se encontraba en el despacho contiguo y que podría oírme, porque las paredes eran bastante delgadas; pero insistió tanto que decidí arriesgarme para darle el gusto.Verifiqué que la puerta del despacho de nuestro jefe estaba cerrada a mis espaldas. Ese día me había vestido con jeans de cintura baja y una remera de algodón, sin corpiño y con una pequeñísima tanga de color negro. Me desabroché el pantalón e introduje mi mano derecha dentro de la tanga, pero al estar sentada la posición no era muy cómoda.Para que Víctor escuchara mis jadeos y gemidos me acerqué un poco al micrófono, pero para ello tuve que ponerme de pie e inclinarme hacia adelante, dejando mi cola bien parada. Comencé a meterme un par de dedos en mi concha, acariciando el clítoris y sintiendo la humedad que iba en aumento. Huelga decir que estaba muy caliente y los gemidos que le susurraba en el micrófono a mi novio lo estaban poniendo a full también a él.Estaba muy ...