SEXO CON NIÑOS Y JOVENCITOS - Relatos Eróticos

SEXO CON NIÑOS Y JOVENCITOS

... acondicionado, esta fresco. J- Mmm. no se (tímidamente) D- Anda pasate (le dije, volteé para ver si no había nadie en la calle, lo tome de la mano para jalarlo y meterlo a la casa. El no opuso ninguna resistencia, de echo se rió. Nos quedamos viendo el uno al otro, me excitaba mucho su estatura pues no me llegaba ni al pecho. era muy delgadito y en la cama comprobé que no pesaba nada. Me arrodillé para estar a su altura y me acerqué poco a poco a su rostro, el temblaba pero no se oponía a nada, fue entonces que le cerré los ojos y lo besé, fue hermoso a pesar de que era obvio que no sabia hacerlo, jugué con su lengua, le metí mi lengua hasta donde pude y embarré mi rostro en el suyo, tan suave y chapeado por el sol. Al separarnos me dijo riéndose que mi barba le picaba, era el nene más hermoso, me paré y lo cargué de frente como si fuera mi bebe, lo volví a besar y le embarre mi verga en las nalguitas que tenia abiertas porque me abrasaba con sus manos y con sus piernas. Yo estaba calientisimo, lo dejé de besar y así lo subí a mi recamara, lo puse de pie en la orilla de la cama y le quité la playera, luego el short quedando en calsoncito blanco muy pequeño y pegado, Le comencé a lamer los pesonsitos rosaditos y el de inmediato comenzó a gemir de placer, esos gemidos me calentaron más que en su momento le mordí las tetillas, el no aguantó y se le doblaron las rodillas cayéndose en la cama, lo acaricié y besé por todas partes, el gemía de placer y aveces se reía porque mi ...

... barba le raspaba y le hacia cosquillas. Le saqué la verguita y la tenia dura y paradita, no era grande, era blanquita con la puta rosadita, olia riquísimo y todo lampiño, de inmediato me la metí en la boca, se la mamé por un rato hasta que ya no podía dejar de gemir de placer, esa voz era hermosa. Me levanté y le dije que ahora le tocaba a el, se bajó de la cama, tenia cara de asustado pero feliz, me bajé el short y saltó mi enorme verga de 23 cm, muy gruesa, cabezona y venuda. Javi se asustó, pero de inmediato me senté en la orilla de la cama y lo volví a besar acariciando su cuerpesito delgado, con mis enormes manos acariciaba sus nalguitas y las pellizcaba, le di algunas nalgaditas y le acaricié el hoyito con mis dedos, traté de meterlos pero estaba demasiado apretado y se quejó. Nos dejamos de besar y le dije que me la chupara, el se arrodilló y se metió a la boca mi vergota, solo se podía comer la cabeza, me encantaba tanto que con cada mamada me enamoraba más de el. Lo tomé de la cabeza con mis dos manos y de tanto placer, comencé a follarle muy duro la boca. El se ahogaba y la dejaba de mamar, tomaba aire y otra vez, le pasaba la lengua como si fuera una paleta, yo lo tomaba con fuerza de vez en cuando, lo soltaba cada vez que se ahogaba, le dije que me viera mientras me la mamaba, me encantaba su rostro, con los ojos llenos de lagrimas, sus labios rosaditos se comían mi enorme paquete. Después de un rato lo solté y me recosté, el no paraba de mamar, pasaba mi vergota ...