Mi cuñada mojigata
Fecha: 26/08/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Dwall3d, Fuente: SexoSinTabues
... que la volvía loca ese grueso pedazo de carne. Ya después de que se lo introdujo completo, comenzó a moverse como una verdadera puta, gritando y gimiendo como en las películas porno. Yo seguía viendo de reojo la silueta de Sara observándonos, y eso hacia que me pusiera a mil, lo cual hacia que mi mujer me sintiera mucho mas dentro de ella. Como nuestra cama estaba entre la poltrona y la ubicación de Sara, decidí variar el show, y cargué a mi mujer hasta la cama, acostándome sobre ella, y moviéndome perfectamente. Para que mi mujer no volteara y viera a su hermana, puse una almohada en su linea visual, por lo que Sara podría seguir disfrutando del espectáculo, sin saber que yo estaba al tanto de su presencia, pero sin el riesgo de que mi mujer la viera. Le comencé a empujar mi pene con fuerza y velocidad, y gracias a mi condición física, tengo muy buen aguante. Mi mujer se vino un par de veces, en unos orgasmos fenomenales, y para cerrar su disfrute con broche de oro, le saque el pene y la puse boca abajo, para penetrarla desde atrás, la cual es nuestra posición favorita de nosotros, y en la que mas sentimos todo, por lo que, en lo que comencé a taladrar a mi mujer, los gritos durante el climax fueron brutales, hasta que se corrió en un orgasmo super sonoro. Para mi disfrute y el de Sara, me puse de pie, y comencé a masturbarme cerca del rostro de mi mujer, hasta que me corrí en su cara y en su boca, abundantemente, llenándosela de semen y escuchando a mi mujer decir lo ...
... rico que se siente tener mi leche en la boca y en la cara. Después de eso, cuando mi mujer se puso de pie, para ir a asearse, me di cuenta de que ya Sara se había ido. Ya en la noche, cuando nos sentamos a cenar junto a mis suegros, sonó el timbre, y resultó que era Sara. Entró a la casa y se sento a cenar junto a nosotros. Comenzamos a conversar sobre lo que habíamos estado haciendo durante el día y mi esposa decía lo mucho que se había "relajado" en casa mientras descansaba. En ese momento, Sará se puso roja como un tomate, como recordando todo aquello que vió, cosa que pude notar perfectamente, pues hasta los pezones se le marcaron en la blusa que traia puesta. Ya al rato, mientras recogíamos, mi esposa subió a la habitación para revisar algo en la computadora, y mientras ayudaba a mi suegra a ordenar, esta le comentó a Sara: "Vi que viniste a mediodía a buscar la ropa que te deje en el estar de arriba". Lo primero que hizo Sara fue verme la cara, y se dió cuenta de mi sonrisa de satisfacción en el rostro. " Esto hizo que se pusiera muy nerviosa y mas roja, tanto de la vergüenza como de la excitación, pues supo que yo entendería que ella nos había visto, sin percatarse de que era un hecho que yo lo supiese, por haberme dado cuenta de su presencia. Por ello, decidió acercase y me preguntó: "ustedes estaban aquí en la casa?", por lo cual, yo con buena cara, pero sin ser burlón, le dije: "Tu sabes muy bien que si" Eso fue como una bofetada para ella, por lo cual decidí seguir, ...