Y ahora, es mi marido - Relatos Eróticos

Y ahora, es mi marido

... que se nota que te gusta mucho la pija
- Ahhhhh.... Ahhhhhh.... Ahhhhhhhhhh.....
Me la había mandado toda adentro, lento pero sin pausa. Me estaba rompiendo el culo que no era virgen, pero me quemaba semejante verga 
Me empezó a pajear mientras me hacía el culo, agarrando ambas tetas con la otra mano, y me besaba el cuello, mordiendo suave mi oreja
Me dolía pero me gustaba y estaba tan entregada que lo deje cojerme sin poder hacer otra cosa que gemir y gemir, lo que lo enloquecía. 
Me cojió por un buen rato sin parar, hasta que empecé a gritar que quería la leche adentro
Me dió el gusto y me acabo por tercera vez en solo una hora y poquito más, que me estaba comiendo sin parar por todos lados.
Cuando me la sacó del culo, me la puso en la boca y se la pude chupar mejor porque se había desinflado bastante
Paramos y me ofreció algo de tomar que acepté. Nos bañamos y me pudo que me quedé
- Dormimos un rato y seguimos ¿Querés?
- Necesito parar un rato sin dudas. Me rompiste por todos lados ¿Cuánto hacia que no cojias?
- No es eso, te dije que tengo una pija aguantadora ja ja ja ja 
- Quiero dormir, después me voy.
- Dale dijo 
Habrán pasado unas 6 ...

... horas y pasado el mediodía me levanté.
Un suave olor a comida, me dió hambre y cuando fui a la cocina lo ví mejor.
Estaba muy lindo con un shorts al cuerpo, que le marcaba un culo hermoso (me gustan los culos masculinos) y cuando se dió vuelta le ví marcado el abdomen y en el pantaloncito el bulto de una linda pija puesta hacia un lado.
Me sonrió, y me acordé que era eso lo que me había gustado.
No me fui porque cuando quise acordar ya la tenía adentro de nuevo y estaba acabando como si no hubiese cojido
Estuvimos ese y otro día cojiendo sin parar, solo para comer o dormir
Hasta me orine con el adentro y el se desquitó orinandomé cuando en algún momento me fui al baño
Rompí mi promesa y me despedí del otro flaco, había empezado a enamorarme de este Osvaldo.
Una tarde hablando le conté mi historia y que no negociaba mi libertad sexual tampoco
Hicimos un trato. Podíamos cojer libremente sin reproches.
Bueno, este es mi marido hace unos años y cojemos a razón de tres o cuatro veces por semana, a lo bestia siempre.
Somos felices y mi puta interior está tranquila, tanto que le cuento cuando me cojo a otro, y el me cuenta sus aventuras también sin reproches.