Anita en manos de un antiguo amigo
Fecha: 28/08/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... en la almohada. Andrés se arrodilló detrás de ella. Me pidió algo para lubricarla.Traje un pan de manteca y el tipo se dedicó a untar ese estrecho hoyo y la gruesa cabeza de su verga.“Ahora vas a tener que pedirme por favor que le abra el culito…” Me dijo socarronamente mientras le golpeaba las nalgas a Ana con esa enorme verga endurecida. Yo no decía nada.“Nena, hasta que tu marido no me lo pida no te la meto…”Anita me miró suplicante y dijo que se lo pidiera.“Andrés, podrías hacerle la cola a mi mujer… por favor.Entonces vi cómo ese hijo de puta hundía esa gigantesca pija en el culo de mi esposa hasta casi la mitad. Ella pegó un grito agudo y trató de escaparse hacia adelante; pero Andrés la sostuvo por los hombros y la dejó inmóvil, mientras empujaba contra las nalgas de Ana y le metía totalmente su dura verga hasta el fondo.Ella entonces dio otro fuerte alarido de dolor, pero luego comenzó a hamacarse, mientras parecía gozar de esa brutal penetración. Andrés le entraba con todo, sin demostrar piedad. Rebotaba en la redonda cola de ella. La aferró por las tetas, mientras la atraía hacia él, para enterrarle esa pija a fondo.Era un verdadero bruto cogiendo. Anita gemía entrecortadamente, dando de vez en cuando algún agudo chillido de dolor.La tortura continuó por varios minutos, hasta que sorpresivamente vi que mi esposa levantaba la cabeza y comenzaba a temblar mientras dejaba escapar un prolongado gemido, señal de que había alcanzado un tremendo orgasmo.Mi amigo seguía ...
... bombeándola con todo; Ana había metido la cara en la almohada y seguía gimiendo ante tan brutales embestidas.“Parece que la putita de tu mujer está gozando como loca…”Me dijo, mientras reía socarronamente.Ana asintió con la cabeza mientras me miraba con una cara de deseo incontrolable; gemía suavemente y parecía estar al borde de las lágrimas, mientras ese turro no dejaba de bombearle el culo.Andrés de repente le sacó la enorme verga del culo y sin decir palabra le apuntó a la entrada de la vagina, que se veía brillante y lubricada después del orgasmo de Anita.Otra vez la penetró brutalmente, sin hacer caso a los gritos de dolor que daba mi esposa ante tan sorpresiva intrusión.Al principio ella se quejaba porque evidentemente le dolía; pero enseguida comenzó a gozar con esa gigantesca pija enterrada a fondo, dando suspiros y gemidos más prolongados, mientras me miraba con una increíble expresión de lujuria y placer en sus ojos.Mi amigo me preguntó si me gustaba como la estaba cogiendo a mi esposa y yo le pedí que no se detuviera; que la hiciera gozar como a la perra que realmente era.Entonces el muy turro dejó escapar una carcajada sonora y aferró a mi mujercita por las caderas, dándole un ritmo infernal a sus embestidas, provocándole a ella cada vez más aullidos de placer.Luego de unos minutos el hijo de puta volvió a sodomizarla, mientras disfrutaba de los alaridos de dolor que le provocaba.No recuerdo cuanto tiempo habrá pasado, pero Anita tuvo al menos otros tres orgasmos ...