1. Playa, noche, y fantasía


    Fecha: 28/08/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Salí a observar el cielo en la playa y fui abordado por un pescador que me miraba mucho desde que mis padres compraron la casa de la playa.
    
    Este hombre negro me asustaba y atraía desde que lo ví dos años atras. Siempre me flirteaba y eso me excitaba y asustaba. Tenía como 40 años y yo acababa de cumplir 17. El era alto, muy fuerte y musculoso, y yo rubio y delgado.
    
    Esa noche Miguel me vió caminar hacia el final de la playa y me siguió, lo vi llegar y me paré a saludarlo, pero el beso mi boca con deseo, deslizando su lengua en ella. Nunca había sentido un beso tan rico y tan erótico, y el me confesó que me deseaba. Traté de safarme, pero era inutil. Empezó a desnudarme y no pude resistirme, al sentir su pene erecto sentí miedo. Miguel me tumbó boca abajo en la toalla y separando mis nalgas empezó a acariciar mi ano con su lengua. Trataba de resistirme pero era inutil. Sabía lo que me haría y empecé a excitarme. Uno de sus dedos empezó a deslizarse en mi ano y deje de resistirme. Así que me dilató sin apuro y montandose sobre mi deslizó su grueso y largo pene, y empezó a cogerme con lujuria. Me dolía y me gustaba aquello.
    
    Miguel eyaculo en poco tiempo y me abrazo con deseo, sin salir de mi cuerpo, y empezó a decirme que había perdido mi virilidad, que nunca más sería un macho, pero sería su hembrita, y su mujer. Su pene se erectó nuevamente y volvió a cogerme con lujuria. Al separarnos me ...
    ... llevó al mar y allí me beso largamente, tocandome a placer y obligandome a tomar su sexo en mis manos todo el tiempo. Noté que se erectaba nuevamente y salimos del agua. Una vez fuera me hizo satisfacerlo oralmente y beberme toda su leche. Al acabar me hizo acostar en la toalla y me beso con ternura largamente, al calentarse de nuevo me pidió que cabalgara sobre su virilidad. Me entregué a el copulando con deseo. Mi ano me dolía, pero sentirme dominado me excitaba mucho. Cabalgué largo rato haciendolo eyacular por 4ta. vez.
    
    Miguel me beso con ternura y me pidió que fuera su novia, le dije que tenía novia y me dijo: Vas a terminar con ella, ya no eres un hombre y ella se merece un macho. Ahora eres una hembra, una linda mujercita, y yo soy tu hombre, tu macho. Te veo mañana a las 9 de la mañana en la plaza.
    
    Esa noche me masturbé varias veces y casi no pude dormir, en la mañana acudí a la cita y me llevó a una casa cercana a un río. Allí volvió a poseerme sin importarle que me dolía. Deslizo su pene en mi cuerpo mirandome a los ojos y así estuvimos largo rato. Mis piernas abrazaban su cuerpo, y el me decía cosas tiernas y muy eróticas mirandome a los ojos. Accedí a ser su mujer.
    
    Terminé con mi novia y ahora voy cada fin de semana a encontrarme con el, me convertí en su hembra y creo que me enamoré perdidamente de él, le obedesco en todo y ahora no me duele y disfruto mucho los encuentros 
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