Un primo muy especial - Relatos Eróticos

Un primo muy especial

Espero que les guste

Siempre he adorado a los hermanos y padres de mi primo Antonio, de hecho en la actualidad amo a su hermana ya que es el amor de mi vida, aunque no me adore como hombre.

Siempre había dicho que si alguien me penetraba la única persona sería él. Cuando él tenía 12 años en una oportunidad me dejé maraquear por él muy sigilosamente. Yo le llevo a el 7 años, pero no paso más de ahí, puesto a que no quería abusar y los dos siempre hemos sido muy tímido.

Todas mis vacaciones me iba a su casa una isla de mi país, ya él tenia 16 años y su forma tan especial de ser conmigo inocentemente fue lo que nos hizo ser grandes amigos y a la vez enamorarme de él, los contactos que siempre teníamos era jugando jejeje un día recuerdo que le empolvé las nalgas y se quedo tranquilo, en la playa también jugábamos lucha y aprovechaba de maraquearmelo el lo hacía también.

Un día nos bañamos después de la playa en el patio para sacarnos la sal eran las 7 de la noche ya, y yo para llamar la atención me quité el traje de baños, lógicamente la tenía semi-erecta y el se fascino tanto en verla que no pudo disimular y yo me hacía el loco, en eso llegó su hermana y todos nos escondimos para que no nos vieran desnudo, ya que nos estábamos bañando, quedamos apurruñado y yo quedé detrás del , que bien se sintió eso; en eso el me llama al cuarto yo estaba en tualla, setía que me iba a pedir que se lo mostrara, pero le dió pena y no lo hizo.

Finalmente se fue del país con su ...

... familia, realmente me dolió por todos, tuve ahora la oportunidad de visitarlos y se dió la gran oportunidad de mi vida, fuimos a visitar a otros familiares, nos llegó la hora de dormir y dormimos todos los primos en un cuarto, mis primas juntas y yo en una cama con él, por ser los invitados y el otro primo durmió en un sofá cama, a media noche me acerco disimuladamente a él y pongo mi mano sobre su pinga y empiezo a realizar roces disimulados dejándola inmóvil en el sitio, sentí como se le puso un poco erecto, lo que me hizo saber que estaba indiscutiblemente despierto y de paso le gustaba, él se voltea lentamente y me da la espalda yo al rato le recuesto mi pene erecto en sus nalgas sobre el boxer y le voy haciendo presión, pero sin tocarlo, realmente para llegarle lo hice con esfuerzo, me quedé asi un buen rato y setí que el hizo presión hacia mi pelvis yo volví hacerle presión, ya entredormidos había una comunicación indudable, pero como eramos tan tímido ninguno tomabamos la iniciativa, pero el grado de exitación en que nos encontrábamos y con la mente media dormida que prácticamente era como un sueño hacíamos cosas más atrevida, luego yo me di la vuelta y él siempre esperando un interbalo de tiempo me lo arecostó eso me encantó y yo también le hacía presión ya estaba más seguro y quería que me lo metiera, lo deseaba como a nada en el mundo, pero sabía que él no o iba a hacer.

Yo me moví supuestamente dormido y me le acerqué mucho tanto que de vaina no le besé la nariz, el ...