VIAJANDO HACIA EL PLACER I - Relatos Eróticos

VIAJANDO HACIA EL PLACER I

Mi tía escribió a mamá, que necesitaba ayuda para trabajar en la granja en un pueblo del interior, su esposo había tenido que viajar de urgencia a la capital. Yo tengo 18 años y nunca había viajado sol@, y tenía un poco de miedo, mamá no sabía que me gustaban los chicos y yo no sabía que podía pasar allá; mi tía tenía un hijo varón mayor que yo y dos hijas mujeres, estaban educados a la antigua y yo nunca hice trabajos fuertes. Mamá me acompañó hacia el terminal de buses… Mama: Iván cuídate mucho hazle caso a mi hermana y ayuda en todo lo que puedas…Yo: si mama, así lo hare… Ya en el bus me tocó sentarme al lado de la ventana, no sabía quién era mi compañero o compañera de viaje, confieso que estaba preocupado, cuando llega un soldado al sitio desocupado, un tipo rudo fuerte, oliendo a sudor y leche humana; pero atractivo dentro de su rudeza, tenia buen cuerpo y mire de reojo su verga, se notaba fuerte y grande; yo había tenido pocas experiencias nunca me la metieron por atrás y solo mamaba vergas a los amigos de la escuela; andaba solo en casa leyendo, o haciendo cosas menores, mi papá me quería mandar al ejercito según él para que sea hombre, si yo lo que quería era un hombre atrás mío, que me empuje su arma; el viaje iba a durar bastante, estaba muy lejos, salimos a las 5. 00 de la tarde … Soldado: hola amigo vamos a estar cerca buen tiempo…Yo: si, así parece…. Soldado: Acabo de salir del ejercito y ni siquiera he podido bañarme, disculpa mis olores… Yo: no te apenes…. ...

... Pero esos olores me excitaban, olían a hombre… Soldado: He estado tres años sirviendo al ejercito ahora tengo que buscar trabajo como nuevo, tengo ganas de nuevos amigos y amigas…. Yo: seguro los vas a encontrar… Soldado: Tu eres bien delicado, flaquito, pareces muy niño… Yo: si tengo solo 18 años, recién he salido del colegio… Soldado: No te molestas si corro la cortina, tengo ganas de cambiarme el pantalón y mis interiores…. Yo: No, hazlo no mas… Cuando se baja el pantalón deja notar una verga grande, gruesa, un poco marrón como el resto de su piel, una cabeza grande rosada y esponjosa, también parece muy sensible y dura, mis instintos femeninos comienzan a funcionar, me siento intranquilo, procuro mirar por la ventana del bus, pero mi culo ya esta intranquilo, dentro de su virginidad está deseoso, mi boca recuerda las veces que chupó una verga en el colegio… …Soldado: Tengo sueño, voy a descansar, si me oyes hablar no te asustes, soy sonámbulo…. Yo: Okey… se durmió profundamente, ya podía ver su verga completa, desde los huevos hasta el ápice peneal, que rico era, me acerqué y pude olerlo, olía a pinga guardada, aguantada, que quería meterse en un hueco, estaba semidesnudo, solo se cubría el tórax con su polo y el resto sin nada, de repente, la pinga se comienza a parar, alcanza un tamaño de respeto, mirando hacia arriba, de pronto el soldado estira su mano y coge mi cabeza y la lleva a su verga, dice: Chupa, Chupa, Chupa tu mamadera chiquito, yo que te gusta…Yo me eje llevar ...