1. La Gitana


    Fecha: 29/07/2017, Categorías: Fetichismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... gitana se levanto del taburete donde estaba dentro de un pequeñísimo habitáculo, salió y lo cerró, a la vez que apagaba las luces de la atracción. Yo la seguí con la vista y vi que se dirigía hacia los servicios que había en otro extremo. Cuando llegó a la puerta se giró y me miró directamente. Se paró unos segundos y luego entró en los servicios. Pensé que era una clara señal.
    
    Yo me dirigí hacía los servicios y entré. La gitana se estaba lavando las manos junto a una señora mayor. Yo esperé a que acabara la señora porque solo había dos lavabos. Mientras, a través de le espejo, la gitana y yo nos mirábamos. En sus ojos había aparecido sin duda una mirada distinta, más perversa.
    
    La señora mayor acabó y se fue. Nos quedamos las dos solas. La gitana se fue hacía uno de los wateres y entró. No cerró la puerta y la dejó entreabierta. Yo, sin dudarlo, la seguí y me quedé en la entrada del water.
    
    “Pasa y cierra”, oí.
    
    Así lo hice. Allí estábamos las dos solas frente a frente.
    
    “¿Y tu que mirabas tanto?, me preguntó como si no lo supiera. Yo en la vida ya he aprendido a no andarme con rodeos. Si alguien no me sigue, no me interesa, así que dije:
    
    “Unos sobacos que me vuelven loca”. Ella sonrió y levanto los brazos.
    
    “¿Estos?”, preguntó.
    
    Allí estaba ella, de pie y enseñándome los sobacos como una invitación. Yo no lo dudé y me lancé a por ellos. Debo decir que soy muy guarra pero que no me gusta la gente que no se lava. La excesiva higiene no me “pone” y la gente ...
    ... que pasa los días sin lavarse me da asco, pero el olor “del día” me encanta. Esos tenues olores cargados de feromonas me vuelven loca. Los sobacos de que aquella gitana eran de estos. Olían de maravilla y unas minúscula gotitas de sudor se adherían a mi nariz.
    
    “Vaya…así que eres una paya guarra…” Yo asentí con la cabeza.
    
    Estuve un rato deleitándome con aquellos sobacos peludos. A ella estaba claro que le gustaba y le daba morbo.
    
    “Huele, huele, reina….¿Te gusta?” Asentí de nuevo.
    
    “¿Que más quiere oler, tesoro?”, me preguntó medio en tono de sorna. Yo me alcé y le miré los pies.
    
    “Ya”, dijo ella. Se sentó en la taza del water y sacó un pie de la zapatilla ofreciéndomelo.
    
    “Toma, guarra”, me dijo sonriendo. Yo me arrodillé y me llevé su pie a la nariz. A pesar de estar bastante sucio no olía demasiado por no estar preso en un zapato. Se lo besé y olí con deleite. Urge entre sus dedos y a estas alturas yo ya estaba empapada. De pronto dijo ella:
    
    “Dame tus bragas”. Yo me incorporé, me levanté la falda, me bajé las bragas y se las di. Ella las cogió las abrió y las miró como si buscara algo.
    
    “Me gustar catar antes de chupar” y se llevó las bragas a la nariz. “Mmmmmmmmm………………que bien huele la paya”, dijo como si yo no estuviera allí. “Trae el chocho que te mame”, me ordenó.
    
    Yo me levanté. Ella se sentó en la taza. Yo me levanté las faldas y le acerqué mi coño a su boca. Está claro que tenía mucha experiencia porque me estaba haciendo una mamada increíble. Yo ...