1. Padre amoroso, hermano amoroso


    Fecha: 30/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    No recuerdo la vida antes de que mi madre muriera. Así que creo que siempre fue así.
    
    Desde que ella murió al dar a luz a mi hermano menor con el cual tengo una diferencia de 8 años, recuerdo que duermo en la cama de mi papito.
    
    Mi padre entregó a mi hermano a una hermana de mi madre que no tenía hijos, ya que el decía no podía hacerse cargo de dos niños.
    
    Mi papito y yo siempre dormíamos desnudos juntos, el me abrazaba y me acariciaba suavemente hasta que me dormía. Tiempo después, sus caricias fueron mas allá, y sus manos bajaban a mi entrepiernas, mientras su dedo índice se introducía juguetón entre los labios de mi vagina, causándome sensaciones maravillosas. Besaba mis pechos y jugaba con mis pezones, mientras su mano se bañaba con mis jugos, hasta que llena de placer gritaba, exhalaba y luego me dormía.
    
    Pero el juego que más me gustaba, era cuando ponía su enorme pene erecto justo sobre mi vagina, entre mis piernas, y yo lo apretaba sintiendo ese calor abrazador de su miembro, cuando lo ponía desde atrás, salía por delante de mí con todo su esplendor, como si yo misma tuviese un pene enorme que entraba y salía, y luego como fuegos artificiales expulsaba su leche con fuerza inimaginable, como si fueran fuegos artificiales.
    
    Siempre nos duchábamos juntos, al principio él me jabonaba y luego me limpiaba completita, pero luego me enseñó a enjabonar y lavar su pene erecto, con mis manitas lo limpiaba bien, y lo masajeaba arriba y abajo, luego cuando estaba bien ...
    ... limpiecito, lo besaba en la punta, y lo lamia, me encantaba ver su cara de placer y alegría cuando hacía esto, así que poco a poco el ritual se fue alargando, a medida que yo crecía podía introducir cada vez mas de ese enorme falo en mi boca, hasta que aprendí a tragarlo por completo, llenándome hasta la garganta y luego descargaba en mi, llenándome de su leche deliciosa.
    
    Durante las noches nuestros juegos tambien crecieron, a veces nos bebiamos nuestros jugos mutuamente haciendonos un 69, a veces él ponía su pene en mi entrepierna y yo lo estimulaba hasta que explotaba de placer.
    
    ¡Ah! como recuerdo cuando fue mi cumpleaños y recibí el mas hermoso de los regalos, su enorme pene dentro de mi vagina.
    
    Ese día mi hogar estaba lleno de globos y regalos, había acabado la fiesta familiar y todos los invitados se habían retirado, entonces mi padre me tomó en brazos y me abrazó con fuerza, me besó en los labios y luego me puso en la mesa y comenzó a comerme la vagina, en seguida me puso a mil, comencé a gemir y a pedirle mas y mas, retiró toda mi ropa, me embadurnó en crema de pastel y comió de mis pechos y de mi vientre, entonces sacó su pene le echo crema y me dijo "come tu pastel", lo lamí con deseo, lo devoré todo, luego me levantó por los aires, abrió mis piernas y me penetró, estaba tan excitada que aunque sentí un dolor agudo, fue tan rico, sentir ese pedazo de carne caliente entrar en mi, era tan grande que lo sentía llegar al fondo de mi y aun no entraba completo, me ...
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