El chavo de la tienda... - Axel Vause - Relatos Eróticos

El chavo de la tienda... - Axel Vause

Me presento, soy Axel , tengo 18 años, mido 1.75, no soy no gordo ni delgado, tengo un trasero "prominente" (según lo que me han dicho) cara ovalada, ojos obscuros, cabello negro. Este relato se ubica en Guadalajara (México) ocurrió en Noviembre del 2016, cuando recién me mudé aquí. Tenía escasos 3 días de vivir aquí, no conocía a nadie, ni a nada, nunca había visitado esta ciudad. Lo primero que ví al llegar a mi nuevo hogar fue la tiendita (abarrotes) a un lado de mi casa, y pensé "Mira, que buena onda que tenemos todo a la mano" sin darme cuenta que no sólo tendría víveres a "la mano" Era tarde, yo estaba solo en casa, pues mis papás habían ido a trabajar, y decidí salir a conocer los rumbos. Fuí a la tienda a comprar un refresco (soda). Me atendió una señora, pero no pude evitar ver a tu hijo en el fondo de su casa. Sin camisa, y en unos shorts cortos, cuerpo marcado, alto, unos 25 años tal vez, me enamoré. Desde ese momento buscaba cualquier pretexto para ir, me empezaron a reconocer y eso era bueno, nuestras azoteas estaban al mismo nivel, por lo que a veces nos topabamos, era hermoso y excitante a la vez ver la ropa interior de ese chico tendida, me daba tanto morbo que tenía que intentar algo. Una mañana, me despertó un ligero sismo, me asusté, tome mi cartera y mi celular y como las medidas de seguridad lo dicen, salí de casa a un lugar seguro, así en pijama, salí. Saliendo me percaté de que ahí estaba afuera también, sin camisa y en shorts, como lo conocí. Pasó el ...

... sismo y todo se tranquilizó, a lo que decidí ir a la tienda por algunos víveres y él me atendió. - Hola de nuevo, jaja - dije al entrar. - Hola! Si hombre' Te despertó el temblor (sismo) ¿verdad? - preguntó mientras se ponía una playera aguada. - Sí! Tan tranquilo que estaba yo - respondí mientras me hacía el indeciso y veía que comprar - ¿a ti no? - le pregunté. - Nah, me acababa de salir de bañar, tiempo me dió de ponerme shorts - respondió mientras sacudió su cabellera humeda. - Que bueno que no fue a medio bañar, ya te quisiera ver tal cual allá afuera - le dije con cierto grado de coqueteo. - Jaja, pues cuando quieras - respondió en voz baja - ¿Que vas a llevar? - preguntó más serio. Para este punto yo sentí que lo incomodé, pero no me importó. - A tí a medio bañar, JAJA no es cierto, quiero esto - dije mientras puse unos cuantos platanos (bananas) y leche sobre la mesa, y lo mire a los ojos intentando que él me sostuviera la mirada, pero sólo guardó los platanos y la leche en una bolsa. - Son 25 pesos - dijo mientras alzaba la bolsa. - Vale - saqué el dinero y lo puse suavemente en su mano, mientras tomaba mi bolsa. Me retiré contento por haberlo hecho, para ese momento el siguiente paso debía darlo él. Pasaron unos días, todo siguió normal, yo pasaba y le echaba miraditas, unas las respondía, otras no, hasta que nos volvimos a encontrar, ahora en el tren ligero (metro) Me subí, soy el tipo de persona que no pone atención en la gente, yo solo iba con mis audifonos y sin ...