1. Una tarde


    Fecha: 04/09/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: [email protected], Fuente: CuentoRelatos

    ... mí y me intentó dar un beso. No se lo iba a poner tan fácil, así que le retiré la cara. Le miré con cara retadora y él se rio. Continuó besándome por el cuello suavemente y eso sí que me estaba gustando. Mis defensas se bajaron y me dejé llevar. Tenía todo el cuerpo erizado y acabamos dándonos un buen morreo. Notaba que mi tanga se estaba empapando, me sentía cachonda perdida.
    
    Él se bajó sus pantalones, me agachó la cabeza y me obligó hacerle una felación. Era una sensación muy morbosa, notaba como el autobús se movía y la gente iba subiendo a él. Oía risitas, joder ese cabrón me estaba haciendo sentir como una auténtica meretriz. La idea podía parecer un poco humillante pero me encantaba todo lo que estaba ocurriendo.
    
    Su miembro estaba duro y era bastante grande. Mientras me deleitaba con ese pedazo de falo, él me bajó la cremallera del pantalón y empezó a masturbarme. Dios mío estaba tan excitada que noté como parte de mi jugo vaginal se expandía por mis ingles. Los dos nos corrimos casi a la vez, había unos adolescentes que ...
    ... nos miraban con caras de sorna. El espectáculo había sido increíble.
    
    Nos bajamos del autobús y él me invitó a su casa. Nada más llegar, me bajó los pantalones de nuevo, me arrancó el tanga y empezó a penetrarme mientras azotaba mi trasero, bufff que cabronazo, como me daba caña. Tengo carácter pero algo me decía que me entregará a él. Su miembro salía y entraba con gran facilidad y con sus manos tocaba mis pechos que cada vez estaban más puntiagudos.
    
    Me acabe corriendo y sin apenas tiempo para el descanso, me puso de rodillas delante de él y me obligó a chuparle su miembro, note como se corrió y puso mi cara llena de su leche tan varonil.
    
    Una vez que acabamos me cogió dulcemente y me abrazó. Al cabo de un rato decidí irme, menuda aventura había tenido, de esas de las que no se olvidan, cuando o donde menos te lo esperas, puede pasar algo increíble, tú decides cuando amiga. Así somos las mujeres modernas del siglo XXI. Sólo una cosa se me olvidó preguntarle, y era cómo se llamaba. Yo le bauticé como mi George Clooney particular. 
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