1. Nuestra amiga argentina y el pendejo (03)


    Fecha: 05/09/2018, Categorías: Lesbianas Autor: dantraloco, Fuente: CuentoRelatos

    Mi ‘doble vida’ se está yendo al carajo, pero no me importa, la disfruto, ¡soy así!, calentona y cuando me gusta lo que me hacen sentir, me dejo, me entrego. Y como todo el mundo, con alguien tiene que hablar, yo lo hago por acá, es como ir al psicólogo. Capaz, algún día entra en esta página algún conocido y me descubre, pero no creo que eso pase, y si pasa, ya tengo ‘mi respuesta’.
    
    Lo que les voy a contar ahora, sinceramente jamás, pero esta vez en serio, jamás pensé que lo iba a hacer, pero me dejé llevar, y se fue dando de a poco hasta que lo hice.
    
    Anoche mi novio tenía ‘cena de egresados de la facultad’, no sé si sería cierto o no, pero lo que me importaba es que yo tenía noche libre, y Martín, el pendejo de 18 años, hermoso, que vive cerca de casa y quien me cogió un par de veces, me estaba quemando la cabeza para que fuera a su casa, porque iba a estar solo.
    
    Y el pendejo se moría por hacer algún trío y le dije que no, que se busque alguna pendeja de su edad.
    
    No la voy hacer muy larga, la cosa es que ayer al final le digo (no me quería regalar tan fácil de entrada), que no sabía, si él iba a estar capaz iba, pero algo yo presentía, no sabía bien qué, pero algo presentía, pero tampoco quería averiguar más ni preguntar más, esas dudas, me provocan una adrenalina que se va transformando en calentura.
    
    Yo estaba embolada en casa, no estaba muy segura de ir de nuevo a lo del pendejo (Martín), ya yo con 24 años, me estaba transformando en “la putita” de un ...
    ... pendejo de 18, y quería poner un poco el límite.
    
    Algo que es una boludez, pero es el origen de lo que pasó, yo, como todas, tengo mucha ropa, y a veces me la empiezo a probar, a ver cómo me queda (porque hay ropa que ni me acuerdo que tengo, porque la tengo escondida, porque si la ve mi vieja me empieza a putear, y ya van a ver porque), y revisando encontré una pollerita roja re corta, pero muy corta (por eso las escondo, mi vieja si la ve me putea), y muy ajustada, me la pongo, con una remera cortita, que dejaba ver un poco mi panza, unas botas, me miro al espejo y pienso: “si el pendejo me ve así, se muere, se le va a parar de solo verme”
    
    Solo, me calentaba de pensar en eso, y como mis viejos habían salido, me animé y me digo: “Caro, anímate, sal así y mátalo al pendejo”, toda esa previa, aunque la haga sola, me calienta, me da esa adrenalina de animarme a hacer cosas que me calientan, aparte vivo en un barrio muy seguro, con mucha vigilancia, por lo que sabía que no me iba a pasar nada por caminar dos cuadras así vestida, ¿qué quiero decir con esto? Vestida como una trola, la pollerita era re corta, apenas me tapaba la cola y tenía ¡la pancita al aire!
    
    Ah, a todo esto habrá pasado una hora desde que le dije al pendejo que capaz iba, hasta que como les conté me animé y fui. Llego, le toco el timbre, sale, me abre, cuando me vio se quería morir, me di cuenta en su mirada y me dice:
    
    Martín: Caro, no te esperaba ya!!! no puedo creer como estas, sos una turra, me vas a ...
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