La noche que la conocí
Fecha: 05/09/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Era una noche fría y aburrida, miraba la tele, pero no pasaban nada interesante, decidí abrir mis redes sociales a ver si algo me sacaba de la monotonía, abrí Twitter y aunque tenía varias notificaciones mis ojos se fijaron en una chica que me había seguido sin embargo algo paso y tuve que cerrar rápidamente y me quedo durante el resto del día la sensación de quien sería esa chica. Pasaron varios días y volví a abrir mi cuenta, y recordé a aquella chica, rápidamente la busque por todo lado y no la veía, Ana Sofia era su nombre busque y busque desesperadamente hasta que lo encontré, le mande un mensaje sin muchas esperanzas que me contestara, una mezcla de ternura y maldad decía su mensaje, era como un señuelo que me atraía y no me dejaba pensar claramente. De repente sorprendido contesto. Todo empezó con un Hola………… El cómo llegué a ganarme su confianza y como la conocí es propio no de un texto sino de casi un libro entero de ires y venires, de letras y emoticones, no fue simplemente sus palabras, su voz, su carácter fuerte me envolvió y en el fondo eso quería hasta el punto que pensaba en ella todo el tiempo. Ella era temperamental, decidida, la mayoría de las veces sabía lo que quería, un día cualquiera me dijo que quería verme, para mí eso era raro ya que muchas veces aparecía y desaparecía, sin demora respondí que cuando quisiera, decidimos vernos una tarde cualquiera, por alguna extraña razón siempre que nos veíamos llovía, en serio era super raro, como si el destino ...
... quisiera encerrarnos en un lugar y no dejarnos salir, ella era tauro yo un escorpión al acecho aunque algunas veces me sentía acechado, ese día cualquiera no llegamos junto sino yo llegue primero y ella con el numero de la habitación después de un par de horas golpeo mi puerta. Cuando abrí la puerta mis ojos se abrieron completamente, sorprendido de la hermosa mujer que tenía al frente, tenía una camiseta que resaltaba su busto, un pantalón que marcaba sus caderas y unos tenis blancos símbolo de su juventud y energía, me dio un beso y siguió adelante, tenía el cabello suelto, sus ojos muy abiertos, caminaba reconociendo su espacio, había pedido una habitación con jacuzzi porque sabía que le gustaba hacerlo en el agua, yo la buscaba para besarla porque debo decir que me encanta besar sus labios, probar su lengua, tenerla cerca es para mí siempre muy agradable. Siguió saltando y brincando por la habitación como siempre lo hacía me dijo que se iba a poner el regalo que me había traído, paso un tiempo mientras se arreglaba y yo caí en la cama sin creer todavía lo que estaba pasando, tratando de entender como después de ese hola habían pasado tantas cosas al punto que estaba ahí acostado esperándola a ella con el deseo intenso de besar sus labios, la deseaba, en verdad la deseaba, quería que saliera ya. Cuando por fin salió, una sonrisa que se dibujaba en mi rostro no podía quitármela, se había puesto una falda a cuadros que había encontrado en casa, se había dejado la camiseta que ...