Fuego en la sangre - Relatos Eróticos

Fuego en la sangre

Desde muy chico supe lo que era el incesto con dos de mis primas con las cuales sólo lleve una relación de placer ya que ambas tenían novio, fueron dos años de placer y locuras en las cuales hacíamos de todo sin pudor alguno, ellas me decían que conmigo hacían lo que con sus novios no se atrevían a hacer ya que ambas los amaban y no querían que pensarán que eran unas zorras a si que con ellos eran unas chicas buenas y aunque ambas habian perdido su virginidad con sus respectivos novios, a mi me tocó estrenarla sus apretaditos y ricos culitos. Al final hicimos trio un par de veces y luego una se casó y la otra se fue a estudiar a otro estado. Tiempo después puse mis ojos en una de mis tías la cual es media hermana de mamá y 9 años mayor que yo, empecé a conquistarla con flores y cosas así, recuerdo que en ese entonces ella tenía novio y cuando terminaron su relación de casi 3 años tuve mi oportunidad y le declare mi amor, lógicamente me rechazó pero yo insistí. Afortunadamente estaba en un momento susceptible y logre conquistarla. Mi relación entre mi tía y yo empezó sólo con besos y abrazos ya que ella ya tenía 27 y sabía cómo llevar una relación poco a poco, yo quería llevarla a la cama pero ella no me lo permitió y tuve que conformarme con sus besos y caricias, y en poco más de un mes estaba totalmente enamorado de ella sin haber tenido relaciones con ella, por primera vez en mi vida deje el sexo por un lado y me sentía complacido con sólo estar a su lado. Y ella terminó ...

... enamorandose de mi también y asta entonces me dejó dar el siguiente paso. Recuerdo que esa noche regresabamos de la feria y al llegar a casa se dio un baño y al salir me dio un cachondo beso diciéndome que estaba ansiosa por qué llegara la hora de dormir, una vez que todos se acostaron se metió a mi cama y empezamos a basarnos su respiración se iso pesada rápidamente y metí mi mano bajo su pijama tocando por primera vez sus ricas nalgas y ella me sentí para quitarme la playera y nos fuimos desnudando uno al otro mientras nos besabamos muy apasionadamente despues me quedé observando su hermoso cuerpo desnudo por primera vez, ella me jalo de la mano hacia ella y mirándome a los ojos me preguntó si estaba seguro de lo quería, yo le dije que si y entonces me dijo que me había echo esperar ya que quería estar segura de que yo no diría nada y que mi silencio durante esos meses le había demostrado que nunca diría nada. Empecé a besar su cuello y fui bajando lentamente me deleite con sus pechos por un buen rato y luego seguí mi camino hacia su entrepierna y me detuve justo entre su ombligo y su vajina besando todo lo ancho de su casera y después baje directamente a su vajina la cual tenía un pelo abundante, me perdí entre todo su pelambre ya húmedo y rápidamente encontré su vajina toda mojada, me deleite con el sabor de sus fluidos y después de limpiar toda su raja empecé a chupar su clítoris pero justo en ese momento me detuvo y me pidió que ya se la metiera. Me coloque sobre ella y ...