1. Don Isauro un pervertido Tendero. Parte 7ª.


    Fecha: 08/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... no he tenido novios, sólo amigos de teléfono o celular, nunca he salido con ellos, ¿qué, no te dejan en tu casa?, no es eso, lo que pasa, que me da miedo los hombres, ¿y a poco yo te doy miedo?, no, ¡usted es buena gente con nosotras!, bueno con mis examigas y conmigo, al menos a mí usted me da confianza, para platicarle mis cosas, ¡pero ya no me masajee mi cosita!, luego me mojo de mis pipíss, y mañana tengo que ir a clases temprano, y no llegaré a mi casa hasta la salida, y me voy a sentir incomoda en el salón, ¿oye y por qué no me dejas quitártelos?, ¡así no se mojan y mañana temprano los puedes usar!, pues no es mala idea, ¡yo duermo sin ropa en casa!, y usted es de confianza, ¡sí, quítemelos!, ¡a ver mi niña acuéstese que papi se los va a quitar!, ¡sí papi y también mi faldita, mi blusita!, para que no se arruguen, sí mi nenita lo que pida la Reyna eso se hará, su voz de por sí muy suave, tierna casi infantil, la agudizó ella aún más, por lo que se escuchaba como una niña de 8 años, ¿papi antes de dormirme, me puedes contar un cuento?, ¡claro que sí, pero no me sé ninguno!, pero tengo unos de historietas de Disney, voy por ellas a la tienda, ¡sí papi y me traes un chocolate y un jugo!, Isauro raudo y veloz fue por las revistas y lo que le había pedido Angie, que desnudita lo esperaba. Ya de regreso le peló el chocolate, le abrió el jugo, para leerle el cuento que le había pedido, él se recostó a un lado de ella y le leía la historieta, la nena ni signos de dormir, se ...
    ... terminó ese cuento, e Isauro la abrazó por su cintura jalándola a pegarla a su cuerpo, ¡papi me haces daño!, pero no se alejaba, los cuerpos quedaron frente a frente de costado, lo que aprovechaba para ir tocando la cintura y abrazarla, hasta que llego a la carne trasera que apretó con delicadeza, sintiendo la dureza de esos músculos ¡ay papi!, ¿te gusta mucho mi colita?, ¡sí es muy paradita y se me antoja para darle de mordiditas!, ¿me dejas morderla un rato?, noo, eso nooo, mi cola noo, ¡bueno entonces le doy besitos!, ah, eso sí papi, pero un ratito nada más, y se volteó boca abajo, con un leve movimiento Isauro ya le pasaba lengua a esas carnes duras, de nalgas alzadas, le pasaba por el canal divisorio de esos globos, y subía por la cadera, espalda y retrocedía, ji ji ji, le arrancaba risas entre reales y algo nerviosas, ya él se había despojado de su ropa, y empezó su escalada hasta situarse encima de ese culito que era su obsesión, ¡papi no me machuques mucho!, ¡no hija, no, sólo quiero sentir tus nalguitas duras!, ¡ah bueno papi!, ¿quieres hacerme caballito tú a mí?, ¡sí mi amor te haré caballito!, ¡eres una potranca arre!, y se daba a pasar su pene entre las nalgas frondosas balanceándose de atrás para adelante en la zanja que divide esos glúteos, la nena nada más paraba más su carne y se quedaba quieta, ¡mientras las pasadas ya no eran en el surco de la cola!, ahora ya tomaban el camino de penetración en su anito que Isauro lo sentía profundo, la presión que hacía en ...
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