Conocí a mi putita y me cambió la vi
Fecha: 10/09/2018,
Categorías:
Anal
Voyerismo
Lesbianas
Autor: migueljuan140464, Fuente: xHamster
... leche por su cara, en la frente, sobre el ojo izquierdo, en la mejilla, el último sobre su pelo. Me enamoré de esa carita de puta con la leche chorreándole por culpa del agua. Uní mi mirada a la suya, la mía era de puro agradecimiento, de cierto pudor por no haber podido aguantar más tiempo y hacerla gozar como se merecía mi diosa; la suya era tranquila pero excitada a la vez. Chupó de nuevo mi capullo para dejarlo limpito y se pasó la lengua por la comisura de los labios para recoger el ultimo resto de leche!! Con 20 años menos, se me hubiera levantado de golpe!!!Nos terminamos de duchar y refrescar. Salí primero del baño con la toalla alrededor de mi cintura, como odié haber dejado de fumar en ese momento!!! La habitación estaba en penumbra iluminada solamente por la potente luz del baño. Me fijé por la ventana del balcón abierta, que en el edificio de enfrente sus inquilinos estaban a sus cosas, las luces encendidas en la mayoría de viviendas. Observé la ventana justo enfrente de nuestra habitación, había un tío fumando un pitillo, me recordó mis ganas de fumar, pero las olvidé. Mi guarrilla preferida salió entonces envuelta en la toalla grande y con su pelo también envuelto con otra toalla más pequeña. Porque estarán tan condenadamente atractivas las mujeres así? Fui a su encuentro y la abracé, la besé tiernamente, me gustaba aquella princesa de ensueño. Saboreaba sus labios, jugaba con su lengua, mordisqueaba su cuello, chupeteaba su oreja, ella se dejaba querer. Su ...
... toalla se soltó y calló a sus pies, ella se volteó diciéndome que estaba la ventana del balcón abierta y nos podrían ver. Dime que eso te m*****aría y la cierro. De repente volvió su mirada de putilla y negó con la cabeza. Le excitaba exhibirse y la idea de que nos vieran nos excitó a los dos, pero más a ella. Le devolví su toalla y se envolvió de nuevo con ella. La empujé suavemente hacía el balcón y no dijo nada. Me situé detrás de ella mientras apoyaba sus antebrazos a la barandilla. Me arrodillé a sus espaldas y levanté la toalla para descubrir su culo. Mi boca lo besó, lo chupó, lo mordió. Mi lengua busco su centro y fue cuando ella se volvió y me dijo Cómeme el coño papi, cómeme enterita. Me abalancé sobre esa ricura de coñito depilado, carnoso, palpitante y abierto. Que aroma, me embriagaba su olor a sexo su olor de deseo, pude ver como brillaba, estaba lubricando, casi goteaba; le iba a devolver todo el placer que me había dado en la ducha.Mi lengua ávida de sus jugos, recorrió infinidad de veces con una lentitud pasmosa, el trayecto de su ano a su clítoris, jugaba a meterle la punta en sus agujeros, la hacía girar un poco y volvía al recorrido. Estaba disfrutando con esa comida, me bebía su esencia, me relamía los labios, que buena estaba! Con mis manos le abrí mas las nalgas para adentrarme mejor, levanté la mirada para verla y me di cuenta que se había volteado a mirar al fumador que a lo visto estaba disfrutando de lo que imaginaría que ocurría detrás del murete del ...