Me desconozco - Relatos Eróticos

Me desconozco

... cuando estaba por acabar con sus dedos en mi clítoris, al pellizcar mis pezones me hizo retroceder la cadera y metí la mitad de la pija adentro sin pausas. 
Fue increíble, un dolor que era placer y mi culo que pedía más, le indiqué que se mueva empujando con la mano su cadera, y moví una pierna para darle mejor acceso. 
El vaivén lento y cada vez más profundo me transportaban a otro mundo y acompañaba sus metidas moviendo mi culo y abriendo al máximo.
Me cojió por un buen rato, acabé dos veces muy intenso y le pedí que me llene, lo cual hizo dándome fuerte hasta soltar toda la leche que pudo adentro. Grité de placer y gusto al sentir esa espesa acabada adentro que me quemaba logrando que mi orgasmo sea interminable.
No hablamos, solo respiramos agitados, y la dejo hasta que se salió del culo ya más chica 
Le pedí que me abrace y dormimos así hasta la mañana en que despertamos.
Aún sentía el culo abierto, húmedo adentro, y mi piel estaba en carne viva.
Me moví y se despertó, nos dimos un beso y lo invite a desayunar luego de un buen baño.
Sentía que estaba tan feliz, tan plena como pocas veces. Hasta pensé mientras el se bañaba que le iba a pedir otra cojida igual por el culo. Me reí porque horas antes juraba que nunca lo iba a entregar y ahora se me había hecho un vicio