Hice de mi esposa una puta - Parte 5 - Relatos Eróticos

Hice de mi esposa una puta - Parte 5

Hola a todos: de regreso con la continuación de mi matrimonio y mis fantasías:

Pues bien, llego el Viernes, por la tarde llegando yo de trabajar, ya con mi miembro a reventar, nomás de imaginarme lo que estaba por venir, en fin, al grano, Mi esposa se terminó de bañar, y mientras ella se vestía, yo le hable a Don Andrés para decirle que íbamos a pasar por él, iba a dejar mi carro en su casa para irnos en su camioneta, (su camioneta no era doble cabina, era solo el asiento frontal para tres personas)

Cuando sale mi esposa del cuarto y la veo. Guadua!!!! Que hermosa se veía!!! No lo podía creer!!! Se para en frente de mí y me dice Con este vestido se me va a ver todo!!! , se puso de espaldas, y si, el dichoso vestidito le quedaba apenas abajito de donde empiezan los glúteos de las nalgas, Y como a mí no me gustaba que usara tanga, pues en verdad cualquier leve agachadita que diera, inclusive tan solo caminando iba a enseñar el calzón. Pero se te ve bien le dije yo, y era verdad, se veía hermosa, el vestido era rosita con rallas onduladas blancas, medio ampón, con cierre atrás, mi esposa se había puesto también zapato de tacón, lo que le hacía lucir más aun sus lindas y torneadas piernas, se puso también unos calzones nuevos que Don Andrés le había dado muy bonitos y muy sexys entre rosados y morados con diseños, no sé cómo describirlos, pero no eran muy transparentes, y hacían juego con su brasier de media copa:. Fufé y yo con la verga bien parada.

Pues todo listo. Se ...

... puso su suéter negro largo hasta las rodillas así que le tapaba todo y no se veía lo que traía por dentro.: Llegamos por mi amigo, estacione mi carro y nos subimos a la troca, mi esposa por supuesto, quedo en medio, ya ya en la troca se desabrocho el suéter, por lo que era claro por el vestido, y aun sentada bien, alcanzaba a enseñar el triangulito de su panocha, lo que no pasó desapercibido para mi amigo, que debes en cuando volteaba su mirada para con ella, en el camino al restaurant, le dije a mi amigo, Don Andrés, en una chanchita para por ahí en una licor para comprar cigarros Hay, dice mi esposa, porque no los compraste antes:, si traigo, le conteste, pero no muchos, (era un plan mío de dejarlos solos un rato a ver que hacia mi amigo) me baje, y fui por mis cigarros, regrese, y seguimos nuestro camino, Que paso en ese rato?, aun no sabía, en la noche le preguntaría a mi esposa. Bueno, pues ya instalados en el restaurant, y después de cenar, y tomar algunas bebidas, (yo, cerveza, mi esposa margaritas.)

Nos habíamos sentado en un sillón de esos con curva, por lo que mi esposa volvió a quedar en medio de los dos, por supuesto, ya se había quitado el suéter, y yo, entre idas al baño, salidas a fumar. Pues los dejaba a ellos solos y a media obscuridad, que pasaba? No sé, pero el solo pensar, y como iba mi esposa vestida. Ya andaba yo aventando chorros de leche Empezamos a bailar mi esposa y yo, he de decirles que las primeras tres o cuatro piezas que bailamos, mi esposa ...