Escapando hacia el deseo
Fecha: 11/09/2018,
Categorías:
Sexo Interracial
Autor: DolceCaroline_, Fuente: CuentoRelatos
... lamerlos muy lentamente, vacilaba con pequeños mordiscos en sus pezones, endureciéndolos por segundos, ella estaba callada e inmóvil contra la puerta, emitía pequeños gemidos hedonistas. Se le cayeron las llaves al suelo y Martín se agachó para recogerlas, a la vez que le bajaba el mono. Nadia levantó los pies para que se lo pudiera quitar totalmente, Martín desplazó su tanga hacia un lado y se arrodilló para adentrar su lengua en las profundidades vaginales.
-Pero bueno, Martín, si te tengo a mis pies. -Pronunciaba ella.
Él no podía hablar, tenía la lengua muy ocupada.
-Necesito ver tu cuerpo, llevas mucha ropa… Sube que te la quite, vaaa.-Continuaba ella, en modo monólogo.
Él apartaba sus labios de los labios inferiores de ella, ahora insistía con dos dedos. Nadia abría más las piernas y dejaba que sus dedos se desplazaran por todo su interior humedecido.
-Decías antes que no te gustaba nada ¿Sigo sin gustarte? -Pronunciaba Martín mirándola fijamente.
-No, no me gustas nada de nada. -Decía la temblorosa y libidinosa voz de Nadia que no sabía hacia dónde mirar.
Martín se levantó rápidamente y se quitó el botón de su pantalón, Nadia le bajó la cremallera, el pantalón, los calzoncillos y se arrodilló. Empezó a comerle todo su excitado miembro, su lengua subía, bajaba, se entretenía con el glande, después absorbía la corona e intensamente el cuello, rematando en sus testículos, se recreó durante unos seis minutos. Antes de degustarlo de nuevo volvía a ...
... mirar con su mirada traviesa e inocente a Martín, quién no perdía ningún detalle de la felación. Volvió a ponerse de pie para buscar otro espacio y Martín no le dejó, atacó a sus senos de nuevo.
-Martín, no seas melón y vayamos a otro sitio. -Le ordenaba ella.
-Si si, pero nos quedaremos aquí fuera. -Obedecía él.
-Pero un momento, espera. -Volvía a desobedecer Martín.
Busco sus labios y empezó a besarla intensamente, sujetándola de la cintura, Nadia le abrazaba fuertemente.
-Besas fatal. -le decía ella sonriendo entre besos.
Martín la fue soltando despacio y buscó un colchón para sacarlo a la intemperie, Nadia preparó dos gin-tonics y los dejó en la mesa, justo al lado del futuro somier que se asomaba ya por la puerta.
Nadia se quitó el tanga y apoyó las manos en el tronco de la higuera, pronunció fuertemente su nombre, se dio la vuelta y agachó medio cuerpo marcando la posición preferida de él, quién no dudó en avanzar rápidamente hacia ella, olvidándose del colchón y este dirigiéndose irremediablemente contra el suelo. Él quería introducirle la dureza de su punta mientras se apoyaba en su voluminoso culo; Le mandó separarse las nalgas, lo hizo, a la vez que exhalaba de placer, estaba dentro de ella, hacía una semana exacta que no practicaban ese juego y Nadia procedió a darle su merecido castigo: contraía fuertemente todos sus músculos vaginales cuando él introducía su pene, adueñándoselo, incautándoselo, luego lo expulsaba con actitud violenta, él apenas ...