Mi primo hermano me hizo feliz - Relatos Eróticos

Mi primo hermano me hizo feliz

Soy la menor después de tres hermanas, a ellas nunca les gustó que haya nacido varón, por eso desde pequeña me vestían con su ropa, cuando grande mi ropa solo por fuera era de varón, por dentro usaba calzón y muchas veces un pequeño brazier, luego un fuste blanco de algodon con cinta bordada por debajo.
Un día mis padres nos enviaron a mi y a mi primo el que me lleva 7años y  que vive al lado, al monte a traes papas, yo realmente muy rara vez entraba a ese lugar porque no conocía el camino, mi primo si.
Estando para regresar mi primo se mete a una Oza que hay ahí para bañarse, y me obliga a meterme, a insistencia tengo que sacarme la ropa, es ahí que ve lo que llevaba por debajo, y me dice yo sé que te gusta vestirte como mujer irá, no tengas vergüenza que te ves muy bonita, después de bañarnos, el me dice primita quiero hacerte mujercita de verdad, primero yo no quería, pero se me sube la calentura y el me dice prima si no me das yo te dejo aquí y tu te tienes que ir sola y yo sé que no conoces, es ahí que le digo no seas malo primito no me vayas a dejar aquí, ya pues pero solo una vez y no vayas a contar a nadie, yo solo me había ...

... colocado mi fuste y solo me hizo fechar boca abajo, saco su verga y me la comenzó a clavar así como lo hacía mi papá a mi mamá, igual me comencé a quejar como una mujer, realmente el dolor no existió en comparación al gusto que me entró, el se desnudó por completo y me convirtió en su mujer, y yo me sentí la mujer más feliz del mundo en saber que era esposa de mi primo, era delicioso sentir un verga grande y rica hasta que le salió su leche por primera vez sobre mi huequito ahí conocí la leche de varon yo no estaba contenta y quería más y le dije yo quiero más de aquí no salgo si no me das más, estuvimos toda la mañana solos y desnudos haciendo el amor hasta que ya no se me paraba, en mi inocencia le exigi que se case conmigo en el monte, y así lo hicimos, luego regresamos cogidos de la mano, ahora cada vez que mis padres van al campo, nos quedamos solas las cuatro con mis hermanas y tenemos que turnar la para ser las mujeres de mi primo Sebastián, pobrecito el está muy delgado a pesar que lo cuidamos mucho, a veces ya no quiere darnos su verga y dice que somos muy abusivas, lamentablemente es el único hombre que hay cerca de nosotras.