1. MIS AVENTURAS I


    Fecha: 13/09/2018, Categorías: Hetero Autor: XCITANTDLC, Fuente: SexoSinTabues

    ... del norte, quien me comentó que se dedicaba a la fotografía y que juntos estaban iniciando un nuevo proyecto, que me invitaban a comer algo para platicarme los detalles, acepté y salimos juntos a comer, íbamos los cuatro, o sea, el chico de los 20 años, el contador, el fotógrafo y yo, que no podía aun borrar de mi mente el recuerdo de lo que había sucedido en los stand, ni dejaba de pensar en al taxista, tenía muchos días sin hacer el amor, estaba muy excitada y estas experiencias recientes me habían hecho emocionar aún más. Llamaron al taxi y cuál sería mi sorpresa al descubrir que era el mismo chico que en la mañana me metió la mano, en ese momento me sentí enrojecer de la vergüenza, sin embargo no me quedó más que disimular, a la hora de abordar el taxi, como siempre, los nervios de los chicos hicieron las cosas divertidas, no sabían si dejarme pasar, si subir ellos primero, si verme las piernas, la tanga o los ojos y simular ser todos unos caballeros; total que a fin de cuentas el fotógrafo se acomodó en el asiento delantero y yo quedé en medio de los otros dos chicos en el asiento trasero, era una posición un poco incómoda, sobre todo porque la mirada del taxista quedaba directamente frente a mí en el espejo retrovisor, es un chico moreno, un poco llenito no tan alto, que tendrá unos 30 años, no es feo ni guapo, él no dejaba de mirarme a cada oportunidad, mientras ellos me platicaban cosas, hacían chistes, etcétera, yo no dejaba de notar que el chico de 20 años me ...
    ... miraba las piernas mientras los otros dos, ya más experimentados, se enfocaban a platicar. Al llegar al restaurante, el taxista les dio su teléfono celular y su tarjeta, diciéndoles que le llamaran al salir que él vendría por nosotros a precio especial, ellos le dijeron que le llamarían, le pagaron y bajamos del auto, sin embargo antes de bajar pude ver cómo me miraba por el retrovisor y me guiñaba el ojo, yo totalmente sería me bajé, no sin antes notar de reojo qué el me miraba. Entramos al restaurante, muy lindo por cierto, que más bien resultó ser un barcito, por lo pequeño de las mesas y las sillas grandes, entendí cuál era el juego de ellos, era llevarme a comer y mientras me platicaban tratarían de observar lo que pudieran y obvio, ver si alguno podría lograr algo más. Como suele pasar, nos sentamos juntos, exactamente frente a mí, se sentó el chico de los 20 años, quien casi hasta corrió con tal de ganar el lugar, mientras que a mi lado izquierdo quedó el fotógrafo y a mi lado derecho quedó el contador. La mesa estaba en una excelente ubicación, en una pequeña terracita. Pidieron algo de comida y cerveza para todos total que estuvimos platicando del negocio de ellos muy amenamente, yo trataba de estar lo más recatada, obvio ellos comenzaron a girar la conversación hacia cosas primero divertidas, después pícaras, trataban de hablar de sexo, haciendo chistes, pero el calor de las cervezas me hacía mantenerme totalmente atenta cada que tocaban algún tema sexual, tenía fija la ...
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