La zorra de mi esposa y mi fantasía - Relatos Eróticos

La zorra de mi esposa y mi fantasía

Hola me cambio el nombre de ambos por seguridad, mi esposa de 54 años una hembra bien dotada con un bello cuerpo y muy refinada, yo de 60 años no muy simpático por decir, ella divorciada con hijo y yo .divorciado con hijos, pero vivimos independiente de nuestros hijos, muestra relación comienza por nuestra redes del internet buscando parejas para relaciones serias, pasados dos meses tanto ella como coincidimos en buscar pareja por esta redes y nos conocimos, mi admiración fue tan perplejo al verle ese bellísimo cuerpazo que se gastaba, ella por mis intereses y por su cuerpo, no cabe destacar como hembra que es que estuvo con varios hombres al quedar divorciada, por qué tal vez su cuerpo le pedía carne, pero no va hacer estúpida para decírmelo , pero si me lo imaginaba, lo cierto es que durante unos años casados decidimos ir a cuba a pasar un verano, llegamos a un sitio llamado varadero en bello hotel con habitación pegadas y alguna separadas, allí en los paseo hacia la playa mientras echaba un baño observaba. Ami esposa viendo a un chico bien formado con una buena dotación que se le marcaba enorme, veía a mi esposa viendo o imaginándote ese trozo de verga metida en su vagina o culo gozando, al salir del mar me hice el loco y invite a ese chico a conversar de temas, pero lo que ...

... yo buscaba era que ella le piropiava a ese semental , quería tener esa fantasía si que ella lo supiera, al día siguiente le dije que Hiba a la Habana a cambiar unos dólares que el viaje duraría cómo 7 a 8 hora y si quería que lo acompañará aquel chico, ella me dijo que está bien, veía sus rostros emocionada, me despedí y me fui, pero no para la Habana si no cerca de otro hotel me quedé para espiarla, pasado 4 horas observándola veía como el chico la tenía besándola en la orilla de la playa y quedé unas horas más hasta que se fueron a la habitación donde nos refugiamos, esperes como media hora y teniendo yo también la llave ví como la tenía en cuatro para metiéndole aquella verga gruesa y larga y ella sin parar gemía cómo nunca conmigo, se asustó y paro y le dije que siguiera que eso era una fantasía que en vida que quería que fuera así, se volvió más derrapada al darle libertad, le mandaba ese huevo a ese chico como si nunca había tirado, mientras lo hacía yo me hacía la paja , me llenaba de tanto molbo al verla como el chico le mandaba esa concha rojita y bonita, pasamos toda la tarde miando y tirando en trío su concha nunca paraba de tirar,, fuimos felices en esa noche y ahora que recordamos es  fantasía mi huevo se endurece mejor que una pastilla y también se pone a millón.