Me dejaron a Linda y no lo pude evitar - Relatos Eróticos

Me dejaron a Linda y no lo pude evitar

... así como una lagrima cae de los ojos, caía un hilo de su jugo vaginal, pase mi lengua en todo su recorrido hasta llegar a su vagina, su olor era increíble, mi lengua empezó a jugar con ella, mientras Linda gemía y gemía de placer. Yo quería detenerme pero algo no me dejaba, me encantaba lo que sentía. Linda se estremeció en un rico orgasmo, el primero en su vida. Y subí poco a poco y nos volvimos a besar. Linda me dijo al oído que quería hacerme lo mismo a mí. Yo me acosté en la cama y ella se subió encima de mi, Linda era muy delicada, sus besos húmedos recorrieron mi cuerpo, mis pezones estaban duritos, ella bajo por mi ombligo, me daba pena que viera mi vagina, no era virginal como la de ella, mis labios eran marrones clarito, estaba totalmente depilada. Linda paso su lengua por mi concha como una experta, yo tarde como 20 segundos y me vine, pero quería que siguiera, ella me comía mi vagina súper rico y no paso ni dos minutos y me estaba corriendo de nuevo. Wooow que divino, yo tome a Linda de las manos y la subí hacia mi pecho, su cuerpo estaba caliente, nos volvimos a besar, y Linda me susurro al oído: Tía soy virgen aún!!. Yo me quede callada y le dije que estaba bien, que no se preocupara. Aunque si les soy sincera pensé en buscar el consolador en el baño y metérselo hasta el fondo.

Linda y yo nos quedamos dormidas, y al levantarnos nos dimos un rico beso y empezamos la rutina. Ella me acompaño para la tienda. Ese día fuimos a comer helados y en la noche ...

... repetimos lo mismo de la noche anterior, perdí la cuenta de las veces que Linda me hizo llegar, fue demasiado rico.

Héctor regreso el domingo y llego súper agotado. Ya mis encuentros con Linda solo se limitaban a besos casuales. Al pasar de los días notaba que Linda se ponía ropa aun más sexy para estar en casa. Ya Héctor ni disimulaba cuando la miraba, se la comía con la mirada.
Héctor y yo teníamos tiempo sin salir, un día nos invitaron a una fiesta el grupo de crossfit y nos pasamos de tragos, llegamos a casa y Héctor estaba como un animal, nos quedamos en la sala, se me olvido por completo que Linda vivía con nosotros, le quite el pantalón a Héctor y el se sentó en el mueble. Su pene estaba divino, las venas se marcaban brotadas y su cabeza súper hinchada, podía agarrarlo con mis dos manos, eso me encantaba, yo tenia un vestido pegadito que me quite de inmediato, no tenia nada debajo, me arrodille y empecé a mamarle el guevo a mi hombre, lo chupaba sin parar, como una loca, levante la mirada para ver la cara de satisfacción de Héctor y quede en shock, Linda estaba en la escalera en el piso de arriba mirandonos, Héctor estaba extasiado con sus ojos cerrados recostado en el mueble, yo empecé a mamarlo mas lento mientras miraba la carita de Linda, no podía detenerme, me levante y me senté encima de Héctor, metí toda su verga dura y caliente dentro de mi y empecé a culearlo bien rico, Héctor me daba nalgadas y yo me movía mas rápido, movía mi cabello de lado a lado, lo cabalgaba ...