1. Mi primo precioso


    Fecha: 14/09/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Toshka, Fuente: CuentoRelatos

    ... preocupado y dejando de penetrarme.
    
    -Estoy gozando, tonto, ¡dame más!
    
    Y siguió entrando sin prisa hasta que su bajo vientre tocó mis nalgas.
    
    -Que a todo dar me aprietas la bichola -me dijo al oído, quedando quieto sobre mí mientras su aliento me quemaba la nuca.
    
    Su voz ronca me excitaba, fui yo quien empezó los movimientos sensuales, levantaba mis caderas suavemente y me revolvía como culebra bajo mi hombre. Sus gemidos me indicaban que eso le encantaba y así seguimos un buen rato.
    
    Me cansé, pues parte de su peso lo sostenía yo y dejé de moverme. Entonces mi Fredy inició con movimientos de vaivén de sus caderas y su bichola durísima entró y salió de mi cuerpo con movimientos lentos, quería gritar de satisfacción pero contuve mi boca, mi piel se erizaba cada vez que me hundía hasta el fondo su verga tal vez por el contacto de su cabeza con mi próstata. Mi macho jadeaba y babeaba, pues yo sentía sus babas caer en mi cuello y mi espalda. Fue un largo tiempo de alucine ensartado en el palo de mi Fredy que no se cansaba de entrar y salir de entre mis nalgas, luego llegó su voluminosa eyaculación que me dejó sofocado, pues se recostó sobre mí y me apretó con sus brazos presionándome con su bajo vientre para refundir toda su verga dentro de mí. Se le ...
    ... escapaban gemidos largos pero silenciosos en mi oído, lo cual me hacía sentir satisfecho de causarle ese gran placer a mi primo, mi novio platónico, mi amante eterno, mi amor imposible. Una vez satisfecha nuestra ansia sexual, nos acostamos de frente y nos besamos mucho y nos acariciamos platicando de lo hermosa que fue nuestra entrega.
    
    Al paso de los años, fui testigo de cómo su verga delgada, durísima y en extremo deliciosa, se engrosó y se enchuecó como tirabuzón, creciendo mucho más. Su cuerpo delgado y correoso fue tomando músculos por doquier llegando a ser un mastodonte precioso. Su rostro ya bonito, se tornó divino. Más de 30 años y aún mantenemos relaciones a escondidas cada vez que nos buscamos. No me explico cómo seguimos disfrutándonos mutuamente, considerando que mi Fredy fue y sigue siendo un macho tan bien hecho, digno de las más hermosas mujeres, como lo es su actual esposa. Yo no soy tan agraciado y tal vez mis nalgas tan redondas y voluminosas, así como mi piel tan fina lo siguen atrayendo; quizá la forma en que lo amo le gusta también. Suspiro y me acuerdo que hace casi un año que no lo tengo haciéndome al amor, lo extraño como siempre. La próxima vez que lo vea le contaré que hice este relato esperando que no se enoje, creo que no lo hará. 
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