Mi primera vez alos 22 años - Relatos Eróticos

Mi primera vez alos 22 años

... podía retirar de mi mente lo que había pasado, al sentarme en el restaurante me dolía demasiado y tenía que hacerme de lado, la muchacha que me atendía se dio cuenta y me dice que me pasaba, lo único que se me ocurrió, era que tenia un grano en la nalga y me dolía, me dice que me aplicara agua tibia con sulfato de sodio. Después de almorzar la muchacha recoge la mesa y me trae una bolsa pequeña con el sulfato, le agradecí y me fui para la casa, me metí en el cuarto y no dejaba de pensar en lo que me paso, luego salgo del cuarto y voy al baño de mi prima, porque me seguía doliendo y al llegar recojo en el platón agua caliente  y le combino el sulfato, ya que había visto en internet que servía también para ese dolor que tenía, me siento durante media hora, cuando el agua estaba fría, era cierto el dolor había bajado más del 50%, lo hice al otro día también y ya para la noche no tenía dolor, pero siempre pensaba en lo ocurrido  en especial el tamaño de mi verga y el orgasmo que sentí.

De tanto pensar, me acariciaba mí verga hasta que se ponía dura, eso paso varias veces, el día miércoles, compré un ungüento dilatador para el ano y que no permitía que me doliera ya que había decidido volver hacerlo de nuevo, ya que de mi mente no se borraba nada, me vestí con una minifalda y una blusa de mi prima, me gustaba verme de mujer, trastornaba a Gitano cuando me veía así, sentado en la sala el perro empieza a meter de nuevo el osico en medio de mis piernas, en esta vez no tenía ...

... pantis, jugamos con el perro un tiempo y al ver que quería montarme y como estaba en el sofá, levante mis piernas, metiendo un poco de crema dentro de mi ano y al su alrededor, el perro levanto sus patas y las puso en mi pecho, el sabía que estaba listo, con mis piernas arriba y el perro en el medio, tomo la funda de su pena y lo dirijo hacia mi ano, al encontrar que no había ninguna resistencia, empieza a moverse rápidamente penetrándome de nuevo, con la mano no deje que me entrara su bola, así la pasamos como una hora, me ardía pero no mucho, como no quería que me doliera, dejamos así, entonces, me baño, ya en las horas de la noche, me puse una pijama de mi prima y salí con el propósito de inquietar a Gitano, y así fue y lo lleve al cuarto y empezamos a jugar de nuevo quitándome la ropa, Gitano me vota al piso y me puse en cuatro, me monta el perro rápidamente y en menos de un minuto quedamos abotonados, sentía su bola pero no sentía esa presión de la primera vez, sin embargo después de la monta me sentaba en el platón con sulfato, así pasamos toda la semana, llega el sábado llevo al perro al parque y después voy a desayunar para luego ir a casa. Estando en casa, escucho que golpean la puerta, digo, que extraño quién será, abro la puerta y veo una muchacha de unos 18 años con un perro bajito, a ella siempre la veía en el parque sacando el perro, pero nunca hablamos, me saluda y me dice es usted el que saca un perro también al parque, le dije que si y ella me cuenta que la esposa ...