1. Fui la perra de tres perros callejeros


    Fecha: 14/09/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Zekyasha, Fuente: SexoSinTabues

    ... tiempo de ocultarme. Así que solo me quedé en cuatro patas como el perro que soy. Esa sensación de saberse descubierto me enchina la piel hasta el momento. Hace dos semanas aproximadamente fui otra vez pero en esta ocasión una perra de la jauría estaba en celo. Obviamente en la jauría yo soy un perro de rango inferior, mis compañeros (los demás perros) estaban muy excitados con la perra, pero esta no se dejaba. Esparcí las croquetas en el suelo para que comer juntos todos pero ellos estaban embobados con la perra. Así que restándole importancia me puse a cuatro patas y empecé a comer. Mientras estaba agachado comiendo mis croquetas sentí como el alfa aprovechando que mi trasero estaba a su altura se acercó a mí y me montó. Cuando quise reaccionar el ya me había penetrado con su punta. El dolor de sentirme violado fue horroroso, ni siquiera algún humano había hecho cosas en mi trasero y el alfa me había desvirgado. Quise levantarme pero no pude por dos cosas. Una, me dolía mi trasero, y dos, el alfa me gruñía cuando hacía el intento de levantarme. Así que asumo mi papel de perro de rango inferior y me dejé. En un par de minutos siento como su semen empieza a fluir dentro y fuera de mi (no me abotonó) y terminando su labor se bajó de mi y empezó a lamer mi trasero con los restos de su semen. Esa parte de las lamidas me encantó. Cuando el dejó de lamer y antes de que me pudiera levantar ya estaba otro perro arriba de mi haciendo movimientos de cadera queriendo se aparear ...
    ... conmigo. Los perros son muy territoriales y posesivos. Si un perro marco algo otro quiere marcarlo también. Ese fue mi caso, sí fui la perra del alfa el beta también quería que fuera su perra y me dejé, ahí si acepto que me dejé penetrar. En ese momento me excite mucho que no pensé en otra cosa más que en complacer a mi jauría. El segundo perro si logro abotonados y fue una sensación exquisita. Tras acabar el un tercer perro ya estaba formado esperando sur turno el cual llegó y cedí. Esa noche perdí mi virginidad anal con tres perros callejeros, lo hicieron unas 12 veces (4 cada uno) y quedé abotonado 7 veces. Sentía su semen en mi interior, una sensación extrañamente placentera. Mi parte favorita era quedar abotonado por que ellos me arrastraban literalmente a cuatro patas por toda la calle, no podía despegarme. Si alguien hubiera pasado me hubiera visto pegado a un perro en cuatro patas. Después de unas tres horas me separé de ellos (algo complicado por qué me siguieron hasta mi coche, no serían dejarme ir) hasta que me fui a casa. Llegué. Me metí a bañar por qué estaba lleno de tierra y algo de lodo y mugre, aunque no me limpie el semen en mi interior, lo dejé ahí. Mi trasero ardía pero me sentía feliz de haber sido uno con los demás perros. A la mañana siguiente mi trasero me ardía, más que nada por la fuerza y brusquedad de los perros, así que me reporté enfermo al trabajo y descansé todo el día. No es algo que busque hacer otra vez sinceramente, pero si los perros tienen ganas ...