Le gustó más de lo que esperaba - Relatos Eróticos

Le gustó más de lo que esperaba

Hola, buenas noches o buenas tardes, mi nombre es Jorge, vivo en el sur de argentina, tengo casi 40 años, pero lo que les voy a contar es algo que siempre me gustó, y es penetrar a las mujeres por la cola, esto sucedió hace aproximadamente 3 años cuando recién estaba conociendo a la persona que más amo en el mundo, comenzamos nuestra relación sin darnos cuenta, ella es una mujer soltera pero con hijos, yo nunca los tuve asique me sentía libre de poder hacer lo que quisiera, el tema es que ésta mujer, a la que sólo conocía de vista, tenía ganas de tener algo íntimo con ella, es por eso que me puse en campaña para conseguir su número, a las semanas de comenzar a escribirnos quedamos en juntarnos y cenar algo, por una razón que no recuerdo no se concretó la cena, y lo dejamos para otro momento, a los pocos días le escribí y acordamos cenar, sinó que nos pusimos de acuerdo en comer algún tipo de postre, esa noche un helado fue lo que nos deleitó el paladar mientras platicábamos de todo un poco y reíamos, la noche pasaba y el sillón en el cuál descansabamos parecía hacerse más pequeño, nuestras manos iban y venían sobre el espacio que quedaba entre ambos y nuestros dedos se acercaban cada vez más, se podía sentir en el aire una suerte de electricidad, quizás sólo fue una idea mía, quizás sólo las ganas de sentir sus dedos tocar los míos estaban haciendo que pensara cualquier cosa, no tardó mucho en pasar que nuestros dedos hicieron contacto y nos tomamos de la mano, sonreímos al ...

... mismo tiempo y miramos nuestras bocas, con ansias de besarnos, no quise apresurarme y seguimos charlando tomados de la mano, pasando la noche se hizo tarde y ella me dijo que tenía que irse, no dejé que se levantara del sillón, me arrodillé en el suelo frente a ella y acerqué mi rostro esperando que me besara, ella lo hizo y de inmediato sabía que iba a ser una noche fantástica, mis manos se posaron en su rostro y luego comenzaron a descender por sus brazos, acariciandolos y desprendiendo luego los botones de su camisa que ya estaba entreabierta dejando ver parte de su corpiño, era tanta mi excitación que sentía mi pene mojar la ropa interior, ella subió mi remera y me la quitó, tocó mi pecho y lo besó, pasó la lengua por mis tetillas, yo seguía arrodillado y la había jalado hacia mí frotando mi pene contra su vulva, al sentirlo me pidió que fuéramos a la habitación, le dije que quería quedarme en el sillón, entonces me pidió que me sentara y ella se puso de pie para luego arrodillarse como estaba yo, me besó el pecho y bajó hasta mi abdomen, con una voz suave me pidió que levantara mi cola y al hacerlo tomó mi pantalón y lo jaló deslizandolo por mis piernas, mi bóxer estaba empapado y mi pene no aguantaba las ganas de que lo toquen, se quitó la camisa y me acerqué a ella para poder desabrochar su corpiño, sus pechos libres hicieron que mis labios los desearan, lamí ambos con delicadeza hasta el momento en que me hizo un gesto para que levantara mi cola nuevamente y retiró mi ...