MI CUÑADA,ADEMAS DE PRINCESA,RESULTO MUY PUTA 2
Fecha: 14/09/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: pevertido, Fuente: xHamster
... movimientos un suave compás.―Me encanta sentir tu plebeya polla en mi real coño― aulló muerta de risa mientras aceleraba sus caderas.Busqué una respuesta acorde a su burrada y mientras le daba una sonora nalgada, le contesté:―Pues yo siempre he deseado azotar el trasero de una princesa para luego cuando lo tenga calentito follármelo y así decir que le he dado por culo a la monarquía.―Si prometes darme duro quizás la próxima semana te deje cumplir tu deseo.Totalmente desbocado y soñando de veras en poseer ese pandero, le pregunté porque teníamos que esperar una semana:―Querido, porque estoy en mis días fértiles y quiero quedarme embarazada.Escandalizado, exclamé:―¿De qué hablas?La mujer, sin dejar de bombear sobre mi pene, respondió:―Piénsalo, es ideal. Si me quedo preñada, podemos hacer creer que es de Alberto y con un hijo en mi vientre, no tendrías que casarte conmigo. Ambos ganaríamos. Tú no tendrías que sacrificar tu vida y yo sería una reina viuda.Ni siquiera me paré a pensar que era una solución inteligente y furioso, por el modo tan brutal con el ...
... que esa guarra me había manipulado, me deshice de su abrazo y mentándole la madre, salí huyendo de su habitación. Al llegar a mi cuarto, no me sentí a salvo de sus siniestras maniobras hasta que cerrando la puerta, me aislé.«Menuda hija de perra», sentencié al recordar lo sucedido.Esa puta me había seducido, no porque se sintiera atraída por mí sino porque vio en mi semen una escapatoria a la condena que para ella suponía las costumbres de su pueblo. Sin ser capaz de pensar coherentemente, decidí que si Sovann quería reinar tendría que humillarse a mis pies y aceptar ser mi mujer.Todavía el día de hoy, no entiendo mi postura: yo no quería casarme y su país me la traía al pairo y sé que fue mi orgullo de macho herido el que me obligó a enfrentarme a ella.Esa noche, con un extraño frenesí, me masturbé soñando que esa princesita llegaba desnuda a mi cama, rogándome que la hiciera suya. En mi imaginación, me vi separando las nalgas de mi cuñada y sin esperar a relajar su esfínter, dándole por culo hasta que rendida de placer me imploraba que me casara con ella...